Nuestra Señora de la Candelaria, Copiapó

Fuente: Conferencia Episcopal de Chile


Historia:
La historia de este santuario comienza en 1780, cuando Mariano Caro Inca, vecino del pueblo de San Fernando regresaba de la cordillera cuando una tormenta lo obligó a refugiarse en unos peñascales. Estaba a la orilla del salar de Maricunga y allí encontró una piedra de unos 14 centímetros de alto con la imagen de la Virgen con el Niño Jesús en brazos grabada. Caro Inca, lleno de respetuoso fervor, tomó la imagen en sus manos, llamó a sus compañeros para participarles del hallazgo y luego de colocarla cuidadosamente en la alforja de su mulo, siguieron el camino.

El 02 de febrero de 1780, día consagrado a la fiesta de la presentación del Niño Dios al Templo y de la Purificación de la Virgen, día en que la Iglesia bendice las candelas en honor de Cristo, Luz del Mundo, llegó Caro a la hijuela que tenía en San Fernando. Mientras él arreglaba el altar para venerar la imagen con el nombre de Nuestra Señora de la Candelaria, los arrieros divulgaron la noticia del encuentro.

Todos los años al acercarse esta fecha, las familias vecinas del pueblo se reunían para rezar la novena a la Virgen. A la muerte de Mariano Caro, su esposa Josefa Guzmán continuó aquella tradición y levantó un pequeño oratorio en cumplimiento del testamento de su marido.

En el año 1800, veinte años después del hallazgo de la imagen, el cura de la villa de Copiapó, padre Domingo Carmona, hizo levantar una capilla a la Virgen cerca del primitivo oratorio, estos terrenos los había dejado doña Josefa, quien había fallecido.

En el año 1910 se dio comienzo a la construcción de un nuevo edificio en los terrenos adyacentes a los de la primera capilla que habían sido comprados a la familia Caro por don Bruno Sergio Pizarro, parlamentario de la zona, y que los donó para que allí se levantara el santuario de la Candelaria. La primera piedra fue colocada por el cura de Copiapó, padre Pedro Thelis, que dio comienzo a los trabajos.

El terremoto del 10 de noviembre de 1922 echó por tierra la primera capilla, lo que obligó a terminar la nueva, esta tarea estuvo a cargo del padre Crisónogo Sierra, quien con sus propias manos trabajaba en las obras, con material que conseguía “por ahí”.

En el año 1944, el padre Polidoro Van Vliervergh construyó la nave lateral derecha del santuario. A principios de 1968, siendo rector del santuario el padre José Canovas, comenzaron los trabajos para construir la nave lateral izquierda, que se terminó en la fiesta de 1970; era rector por entonces el padre Juan Sanchís.


Espiritualidad: 
En el lugar ahora existen dos iglesias. La Iglesia Antigua, de una construcción de barro y en la que solo se mantienen pequeñas reliquias de la época, es ahora un pequeño lugar que sirve más como una imagen viva de la religiosidad de esos años. La nueva iglesia, cuenta con sectores especiales de velatorio y es hoy el principal centro de adoración de la Virgen. En él se guarda la pequeña imagen que fue encontrada en 1780, además de numerosas imágenes religiosas.

La Virgen de la Candelaria también tiene un significado especial para los mineros de la zona, quienes ven en ella luz y guía en sus inseguros pasos.

Las celebraciones anuales del santuario de la Candelaria son las que reflejan más certeramente la espiritualidad que se promueve. Analizando los lemas usados cada año, las liturgias que se preparan y los peregrinos que acuden, el santuario se define a sí mismo como poseedor de una espiritualidad del santuario que, siendo mariana, está enmarcada en los siguientes puntos:

- Espiritualidad Cristológica: se coloca mucho esfuerzo en ver a la Virgen como la que nos lleva a Jesús, la que vivió su mensaje de manera total, la primera seguidora. Como en todos los santuarios se trata de enfocar el tema de las “mandas” también dentro de lo que es la oración cristiana.

- Espiritualidad encarnada en la Iglesia Universal, Chilena y Copiapina: en las fiestas de febrero siempre se da el primer impulso a lo que son las líneas pastorales del Papa y de los Obispos, ejemplo de ello es que durante la preparación del Jubileo, los temas de la novena y la fiesta giraron en torno al año dedicado al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo y al inicio del Jubileo.

- Espiritualidad que valora la formación y participación de las personas integrantes de los bailes religiosos mediante la implementación de una Pastoral de Bailes Religiosos que progresivamente los incorpora a la Comunidad Eclesial.

- Que el santuario sea lugar de acogida, de oración, agradecimiento y súplica, donde cada uno pueda expresar sus dolores y su alegría, donde los que bailan, como se ha dicho, “manifiestan con su cuerpo la entrega de la vida a Dios”. Es el lugar de la expresión cristiana comunitaria.

Fiesta: 
2 de febrero, pero durante cuatro días hay actividades como misas, procesiones, bailes religiosos, etc. Específicamente el día 2 de febrero se realiza una procesión con la Virgen por todo el pueblo de San Fernando, y luego una vigilia para esperar las 12 de la noche, donde se saluda a la Virgen con todos los instrumentos de los Chinos y cantos de alabanza.

Fuente: Iglesia.cl