La Virgen de Chiquinquirá y la fuerza de la espiritualidad mariana

Angelique Ruhí-López

 

En diciembre de 1586 ocurrió un milagro en la pequeña ciudad de Chiquinquirá, en Colombia. Un lienzo deteriorado y perforado de la Virgen del Rosario, con San Antonio a su derecha y San Andrés a su izquierda, recuperó sus colores y empezó a brillar.

Más de 400 años después, Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá permanece objeto de veneración y admiración del pueblo, no sólo del colombiano, sino también de otros, como son los venezolanos de Maracaibo, que también miran a la Virgen de Chiquinquirá como su patrona.

“La Virgen María de Chiquinquirá es íntima amiga de la Virgen de Guadalupe y de la Virgen de la Caridad, es decir, es la misma María para todos los pueblos”, explicó el P. Álvaro Pinzón, Director de la Cofradía de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, que fue creada este año para difundir la devoción a Nuestra Señora del Rosario en Miami, en otras partes de la Florida, y en todos los Estados Unidos.

“La espiritualidad de la cofradía es el rezo del Santo Rosario y el buscar madurar nuestra fe siguiendo el modelo de Jesús”, añadió el sacerdote.

La cofradía celebró su primera cena de gala el 5 de diciembre para recaudar fondos. El Rector de la Basílica Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá en Colombia, el P. Omar Alberto Sánchez, fue el invitado de honor, y le presentó al P. Pinzón y a la cofradía una réplica de la imagen actual de la Virgen de Chiquinquirá.

“Vine para ayudar a la propuesta que tiene la cofradía, y para juntar cabos para que sientan que el santuario les apoya y les agradece”, indicó el P. Sánchez, fraile dominico. “La fuerza de la espiritualidad mariana y la fuerza de la patria son evidentes fuera del territorio colombiano. Hace que el santuario vaya más allá de donde llega físicamente”.

Más de 300 personas, de más de 30 parroquias, asistieron a la cena.

“Oí comentarios de la gente que decían que la presencia de la Virgen era muy concreta esa noche, por la unidad y la armonía”, dijo el P. Pinzón. “Aspiramos a seguir adelante con el ánimo de que el Santo Rosario sea conservado en las familias, y sea un instrumento de acercamiento a Dios para que nuestra vida espiritual sea mucho mejor”.

Según el P. Pinzón, el P. Sánchez estaba tan ilusionado con el trabajo de la cofradía en Miami, que desea hablar con comunidades en Francia y España para que este proyecto también se logre allí.

“Yo creo que la devoción a la Virgen de Chiquinquirá ha traspasado su presencia horizontal en el país”, señaló el P. Sánchez. “La imagen y el santuario mismo han permitido que mucha gente recuperara la fe. Ha hecho muchos milagros a lo largo de la historia. Esto hace un gran bien a las personas, porque se sienten protegidas y acompañadas por la Virgen en el extranjero”.

La bogotana Lilia Carrera, que junto con su esposo, Álvaro, asistió una misa que celebró el P. Sánchez el 4 de diciembre en la parroquia de Good Shepherd, está de acuerdo.

“Adoro a la Virgen, la patrona de Colombia”, expuso Carrera. “Le tengo gran respeto. Siempre fue nuestra Madre, y seguirá siendo nuestra Madre, aún aquí”.


Fuente: vozcatolica.org