La Fiesta de la Madre

Roberto Cortés Saínz


El 8 de Septiembre, la Iglesia celebra la Solemnidad del Nacimiento de la Santísima Virgen María.

María, madre de Dios y madre nuestra, es para nosotros instrumento imprescindible para alcanzar la salvación.

Ella que cuidó de Jesús desde su nacimiento hasta su descenso en la cruz, también cuida de nosotros y está pendiente de todo nuestro peregrinar hacia la patria prometida.

Es tanto el amor, la dedicación y la preocupación de la Virgen por nosotros, que después de subir al cielo a recibir la corona dichosa de la eternidad, gozando del privilegio de su asunción al cielo, no quiso desligarse de sus hijos, al contrario, comenzó a manifestarse en distintos momentos y en distintas partes del hemisferio terrestre.

Y es precisamente el mes de septiembre un mes favorecido con estas manifestaciones marianas.

Y así encontramos: el propio día 8, la celebración en Cuba de la Virgen de la Caridad del Cobre y la Virgen de Regla; en Venezuela, la Virgen del Valle y la Virgen de Coromoto; el 12, el Dulce nombre de María: el 15, Ntra. Sra. de los Dolores; el 24, la Virgen de las Mercedes y otras muchas más pertenecientes al viejo continente.

En Cuba, el día 8 es un día de fiesta, de la fiesta de la madre, a pesar de la naturaleza materialista y atea del régimen de turno. En la mayoría de los hogares, aunque sea escondida en lo último de la casa, o en el interior de un viejo escaparate, o públicamente visible, se encuentra una imagen de nuestra virgencita morena.

La manifestación de la Virgen de la Caridad del Cobre ocurrió así, según declaración de Juan Moreno, uno de los tres integrantes de la embarcación que encontró y recogió la imagen de alta mar a finales de 1612 o principios de 1613: “...habiendo ranchado en Cayo Francés que está en medio de la bahía de Nipe para con buen tiempo ir a la salina, estando una mañana la mar en calma salieron de dicho cayo Francés antes de salir el sol, los dichos Juan y Rodrigo de Hoyos y este declarante, embarcados en una canoa para la dicha salina, y apartados de dicho cayo Francés vieron una cosa blanca sobre la espuma del agua, que no distinguieron lo que podría ser, y acercándose más les pareció pájaro y ramas secas. Dijeron dichos indios parece una niña, y en estos discursos, llegados, reconocieron y vieron la imagen de Nuestra Señora de la Virgen Santísima con un Niño Jesús en los brazos sobre una tablita pequeña, y en dicha tablita unas letras grandes las cuales leyó dicho Rodrigo de Hoyos, y decían: Yo soy la Virgen de la Caridad, y siendo sus vestiduras de ropaje, se admiraron que no estaban mojadas. Y en esto, llenos de alegría, cogieron solo tres tercio de sal y se vinieron para el Hato de Barajagua”.

Después del hallazgo veneraron la imagen en una casa de vivienda de dicho hato, y después en una ermita construida al efecto.

Para finales de la década del 70 del siglo XVII, se termina el actual Santuario a la Virgen, en el Cobre, hoy Basílica menor.

Declarada Patrona de Cuba a petición del Episcopado Nacional y de numerosos veteranos del Ejército Libertador por el Papa Benedicto XV.

La devoción de los cubanos a la Virgen de la Caridad del Cobre es una característica que ha acompañado siempre la propia existencia histórica desde el principio de nuestra nacionalidad.

Ella siempre acompañó a sus hijos a lo largo de las guerras patrias, constituyendo una símbolo tan importante para los cubanos como su bandera, su escudo y su himno nacional.

María de la Caridad es patrimonio religioso, cultural y patrio de la nación cubana.

Y es casualmente, en la celebración de esta fiesta, pero del año 1961, en La Habana, en su Santuario de Occidente, que ocurrió un hecho el cual pudiera calificarse de infamia, de mentira burda, de atentado contra la religiosidad de todo un pueblo, al utilizarse esta fecha, como provocación política por parte de los personeros del régimen castrista.

Ese 8 de Septiembre cayó día entre semana, por lo que la procesión se realizaría el domingo siguiente.

Después de que fue otorgado el permiso para la procesión, el gobierno cambió inesperadamente la hora de la misma, pero sin tiempo ya para anunciar a toda la feligresía el cambio de horario. Debido a esto los padres anunciaron que no habría procesión.

Pero en la tarde, se empezaron a congregar muchas personas para dicha procesión, las cuales no se habían enterado de que había sido suspendida.

Al enterarse las personas del inesperado cambio, los ánimos se caldearon, y aunque el P. Arnaldo Bazán llamó a la calma, al celebrar la misa de las cinco de la tarde, la multitud estaba muy exaltada.

Comenzaron gritos en contra del gobierno y de una casa vecina lanzaron un cuadro de la Virgen de la Caridad, con la intención de organizar una procesión.

Ante la gente tan enardecida los milicianos y soldados comenzaron a disparar, cayendo muerto un joven, además de algunos heridos que fueron atendidos en la Sacristía de la parroquia.

Había además una multitud adicta al régimen, con palos y cabillas golpeando la puerta de la sacristía, intentando asaltar la iglesia por el fondo.

Todo esto ocurrió el domingo 10, y el martes 12, Mons. Eduardo Boza Masvidal, en esos momentos Obispo Auxiliar de La Habana y Parroco de dicha Iglesia, (después Vicario General de la Diócesis de Los Teques durante treinta y nueve años hasta el momento de su deceso), fue detenido en la puerta de la Nunciatura, cuando iba a informarle al Nuncio de todo lo ocurrido. El día 17 lo sacaron de los tenebrosos calabozos del G-2 (Policía de Seguridad del Estado), hacia el Barco español Covadonga, expulsándolo del país junto a otros 131 sacerdotes.

Después de este hecho tan lamentable de nuestra historia, muchos cubanos marcharon al exilio, pero se llevaron con ellos en su corazón y en su alma a su patrona: a nuestra Virgen de la Caridad del Cobre.

Y la encontramos en Miami, en su centro principal de devoción que es la Ermita de la Caridad, santuario que está junto a la Bahía de Biscayne, constituyendo éste, el lugar de peregrinación mariana más popular en el sureste del país.

También en el Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción en Washington existe una bellísima imagen de piedra de la Virgen de la Caridad.

En Venezuela, tiene nuestra patrona su templo principal en la Parroquia de Ntra.Sra. de la Caridad en Sta. Paula, la cual aunque es parroquia territorial del Arzobispado de Caracas, es también parroquia personal de los cubanos residentes en Venezuela.

En la Parroquia de Altagracia en Caracas, se podía encontrar también una imagen de la Virgen de la Caridad.

En la Parroquia de Tanaguarena en La Guaira, preside un altar a la entrada izquierda del templo.

La encontramos también en Madrid, España donde preside una de las capillas laterales del templo parroquial de Ntra. Sra. del Carmen.

Pero de todos estos lugares, por supuesto el lugar más importante es el majestuoso Santuario-Basílica que se alza imponente entre las minas de Cobre en la Provincia de Santiago de Cuba, y donde miles de cubanos todos los años, todos los meses, todos los días, van a rendirle culto y a venerar a su madre del cielo, la Virgen de la Caridad del Cobre, presentándole todos sus éxitos, sus fracasos, sus inquietudes, sus logros, sus esperanzas, para obtener algún día una Cuba mejor, una Cuba libre, donde todos sus hijos se amen como hermanos, donde se extingan los odios y reine la paz, el amor y la reconciliación.

Fuente: Revista Ideal, Miami, Fl. USA