Reina de todos los Santos

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a) La Iglesia en ti ya llegó a la perfección... Los fieles, aún, nos esforzamos por crecer en santidad, venciendo el pecado; por eso levantamos los ojos hacia Ti María, que brillas como modelo de virtudes (Conc. Vat. II Lumen Gentiun 65). Los Santos son flechas lanzadas hacia lo alto, saben “que esta vida es muy corta..., por eso los que lloran vivan 
como sino llorasen, los que disfrutan como sino disfrutasen, pues las cosas de este mundo se pasan” (1 Cor. 7,29). Y buscan sumergirse en Dios, entregarse a su voluntad, elevarse al horizonte infinito sobre nuestras nubes. Santa María es su estrella y espejo, su Reina y su Angel bueno. 
b) “En la Iglesia todos están llamados a la santidad, pues esta es la voluntad de Dios: 
Vuestra santificación” (1 Tes. 4,3; Ef. 1,4). (Conc. Vat. II LG 39). Santa María se entregó a esta voluntad divina y sólo será plenamente Madre y Reina nuestra si nosotros buscamos también corresponder a la llamada de Santidad. “Santo” es el que se hace sagrado por entregarse o consagrarse a Dios; esto es santificarnos y santificar el mundo. 
Re-ligarnos con Dios en la religión. Ruegas a la Virgen te vincule estrechamente con Dios en tu persona, tu familia, tu ocupación, y tus diversiones...?

Fuente: cristorey.org