María, Nuestra Madre y modelo

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“A la protección de la Inmaculada Virgen María está confiada la Congregación. En Ella descubrimos al modelo de nuestra consagración y actitud apostólica” (Const. nº 5)

Sólo cuando MARÍA haya ocupado en nuestra vida, de manera definitiva, consciente y gozosa, el lugar que le corresponde, podremos ponernos en la misma longitud de onda de su corazón, imitarla, contagiar nuestro amor a Ella… Ser conscientes del lugar que MARÍA ocupa en nuestra vida, más aún del lugar que ocupamos en su vida, es la clave para que nuestra relación con Ella sea una relación de amor en la fe… 

El cristiano es, en Jesús, hijo de Dios e hijo de María y está llamado a vivir en espíritu filial hacia el Padre y hacia la Virgen Madre… la Madre de Jesús, la que en Él nos engendró… Estamos llamadas a reproducir en nosotras vitalmente las actitudes filiales de Jesús hacia su madre, actitudes de amor, confianza, abandono, dependencia…

Fuente: religiosasdemariainmaculada.org