Virgen de Betania 

Padre Ángel Peña O.A.R

 

Se aparece en la finca Betania, a 12 Kms. de Cúa (Edo Miranda), en Venezuela. En ese lugar hay una hermosa gruta de la Virgen de Lourdes, con una fuente de agua, que, la Virgen ha dicho, tiene propiedades curativas para quienes la reciban con fe. Se ha aparecido a María Esperanza de Bianchini, madre de 7 hijos, desde el 25 de marzo de 1976. Ocho años más tarde, el 25-3-1984, tuvo lugar la primera aparición en público, pues muchas personas la vieron también. Han ocurrido muchas curaciones y acontecimientos místicos. María Esperanza recibe los estigmas de la pasión y ha recibido mensajes apocalípticos sobre los graves sucesos que amenazan a la humanidad, si no se arrepiente. María se presenta como en Lourdes, con vestido blanco y cinta azul. El obispo Pío Bello, el 21 de noviembre de 1987, en carta pastoral aprobó las apariciones, diciendo: “Después de haber estudiado con empeño las apariciones de la S. Virgen María en Finca Betania y de haber pedido asiduamente al Señor el discernimiento espiritual, declaro que, a mi juicio, dichas apariciones son auténticas y tienen carácter sobrenatural. Apruebo, por tanto, oficialmente que el sitio donde las mismas han acaecido sea considerado como sagrado y que el mismo sea tenido como meta de peregrinaciones y como lugar de culto en el que puedan realizarse actos litúrgicos”.

En 1991 tuvo lugar un milagro eucarístico, también aprobado por el obispo. El Padre Otty Ossa Aristizábal estaba celebrando la misa, cuando al partir la hostia en cuatro partes y consumir una de ellas, se dio cuenta de que las otras tres estaban sangrando. Todos los presentes pudieron ver el milagro. Estas tres partes de la hostia, manchadas de sangre, todavía se conservan en un relicario. Se hicieron exámenes clínicos en Caracas y concluyeron que la sangre era verdaderamente sangre humana y el obispo dijo: “Dios está tratando de decirnos que nuestra fe en la Eucaristía es auténtica”.

Cientos de personas han visto también a la Virgen, que nos pide el amor a Jesús Eucaristía y la necesidad de la conversión con el rezo del rosario. Se presenta como Nuestra Señora Reconciliadora de pueblos y naciones.