Letanías a María, Madre de los no nacidos

 

Padre Tomás Rodríguez Carbajo

 

. Madre de la Vida, ruega por los que están en camino y aún no han nacido.

. Madre del Amor Hermoso, ruega por los niños que, porque no son queridos, no llegarán a ver la luz del día.

. Madre, Mujer vestida de sol a punto de dar a luz como te vio Juan en el Apocalipsis (12, 1), rodea de tu cuidado maternal a todo ser humano amenazado en el seno materno.

. Nuestra Señora de Belén, que todas la madres gestantes puedan contemplar con gozo al niño que guardan junto a su corazón.

. Nuestra Señora de la Expectación, que todas las madres embarazadas estén dispuestas a superar cualquier tipo de dificultad, que lleva consigo el embarazo, para poder tener la dicha de abrazar a su hijo.

. Nuestra Señora de la Visitación, que todos los hijos concebidos puedan un día alegrarse de conocerte a ti y a tu Hijo.

. Santa María Madre, que todas las mujeres llamadas también ellas a serlo no obstaculicen nunca la llegada del hijo que está en camino.


. Nuestra Señora de las Candelas, que presentaste a tu hijo en el templo a los cuarenta días de su nacimiento, allí Simeón y Ana proclaman que lo esperaban como Salvador, haz que la familia de todo ser concebido le acoja como un miembro más.

. Santa María Emigrante, que probaste lo duro de vivir en un país extranjero, haz que no haya obstáculo para que lleguen a este mundo, que Dios ha creado para todos, los que se cierran en el claustro materno.

. Nuestra Señora la Blanca, que como tú muestras gozosa a tu hijo, así lo puedan hacer todas las madres, que un día lo llevaron en sus entrañas.

. Nuestra Señora de la Misericordia, que el interés que tienes por todos los hombres, tus hijos, lo tengan las madres que se encuentran con dificultades, para que el hijo de sus entrañas vea la luz.

. Nuestra Señora del Rosario, que todas las madres puedan terminar sus vidas juntamente con las de sus hijos cerca de ti en el cielo.

. Madre Dolorosa, que el reflejo del dolor que tu imagen nos trasmite al contemplar a tu Hijo muerto en tus brazos no se repita en las madres de nuestros días por abortar.

. Nuestra Señora del Patrocinio, que bajo tu amparo se cobije todo ser humano desde su concepción hasta su extinción natural.