Sobre los "Siete Dolores" y la coronilla Servita

Fuente: Instituto del Verbo Encarnado

 

HISTORIA: La Coronilla Servita de los Siete Dolores es una devoción que recuerda siete episodios tristes en la vida de la Santísima Virgen María. La costumbre originó en la Orden Servita (Siervos de María) probablemente poco después que se fundó la orden en Monte Senario, Italia, en 1233.

Dos fiestas, establecidas muchos años después, conmemoran los Siete Dolores.


Países de habla español rinden honor a la Virgen de la Soledad el día Sábado de Gloria (un día antes de Pascua). La Reina Juana de España inició esta tradición después de la muerte repentina de su marido, el Rey Felipe I, en 1506. La conmemoración recuerda la tristeza profunda de María el día después de la crucifixión y antes de la Resurrección.

La segunda fiesta religiosa, que se observa internacionalmente el 15 de septiembre, es de la Virgen de Dolores. Mexicanos asocian esta Virgen con el Día de la Independencia, que se celebra el 16 de septiembre. La llamada que comenzó la guerra de independencia, el "Grito de Dolores", sucedió el 16 de septiembre de 1810, en Dolores, Hidalgo, un pueblo cuya santa patrona es la Virgen de Dolores. El "Grito", pues, significa ambos el clamor por la libertad que ocurrió en ese lugar y el dolor de la Virgen al ver los sufrimientos de los mexicanos.

El símbolo tradicional de los Siete Dolores es el Corazón Doloroso de María, o sea un corazón traspasado por siete espadas y encima de todo una llama de fuego que representa su amor hacia a Dios y la humanidad. Las espadas refieren a la profecía de Simeón (Lucas 2: 33-35). Vea el Primer Dolor.

ORACIONES: El devotado reza un "Padre Nuestro" y siete "Ave Marías" por cada uno de los Siete Dolores. La oraciones de clausura son: tres más "Ave Marías", en honor de las lágrimas de la Virgen Dolorosa; un "Padre Nuestro", una "Ave María", y una "Gloria" por las intenciones del Santo Papa; una jaculatoria dedicada a la Virgen Dolorosa (opcional); y un ofertorio final (opcional).

En México se practican numerosas versiones no servitas de esta devoción. Algunas requieren solo una "Ave María" por cada uno de los Siete Dolores, en vez de siete, o incrementan el número de siete a diez. Hasta otros agregan una "Gloria: después de cada serie de "Ave Marías." Casi todos los autores agregan sus propias oraciones de inició y apertura. Parece que no hay una versión mexicana estandarizada de la Coronilla de los Siete Dolores.


COLLAR DE CUENTAS: Igual que en el caso del Santo Rosario, hay un collar de cuentas para rezar los Siete Dolores. El collar de la Coronilla Servita es conveniente para contar las oraciones, pero no se requiere para llevar a cabo la devoción. Hay 49 cuentas en un círculo, organizados en series de siete cuentas. Cada serie empieza con una medalla que muestra uno de los Siete Dolores. Las cuentas en el círculo se usan para rezar la "Ave María." Las medallas en el círculo se usan para el "Padre Nuestro." La medalla del Primer Dolor (la profecía de

Simeón) cierra el círculo. Está conectada a un colgante de cuatro cuentas que termina con una medalla de la Virgen Dolorosa. Las cuentas del colgante se usan para rezar las oraciones de clausura.

Para rezar los Siete Dolores usando el collar de cuentas: Se empieza con la medalla del Primer Dolor (la que cierra el círculo). Se siguen las cuentas y las medallas hasta regresar a la medalla del Primer Dolor. De ahí se salta a la medalla de la Virgen de Dolores en el colgante. Se reza una "Ave María" en cada uno de las primeras tres cuentas. En la última cuenta del colgante, la que queda más cerca a la medalla del Primer Dolor, se rezan las demás oraciones de clausura.

Fuente: ixeh.net