Novena a la Satísima Virgen de la Paloma

 

 

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ORACIÓN PREPARATORIA 

Señor Jesús, Redentor nuestro, que te abrazaste a la Cruz por tu inmenso amor que siempre nos perdona y sostiene. San Pablo nos dijo: "Aun cuando seas infiel, Dios permanece fiel porque no puede negarse a sí mismo". Tú en la cruz siempre nos esperas con los brazos abiertos, tan grande es tu amor y tu perdón.

Seducidos por el mundo, el demonio y la carne hemos escuchado con demasiada frecuencia los susurros del pecado, hemos caído queriendo construir nuestra propia historia en los placeres, en el poder y en el poseer y lo único que hemos encontrado ha sido nuestra desgracia. ¡Perdón, Señor!.

Tú eres nuestra única esperanza y humillados regresamos a ti sabiendo que Tú eres nuestro Padre, Padre como el del hijo pródigo, sabiendo que nos estás esperando para perdonarnos. Muchos días has oteado el camino hasta que nos has visto llegar y nos has salido al encuentro corriendo. ¡Cuán grande es tu amor!.

Herido por los enemigos del alma te hemos mirado como el herido del camino miró al Samaritano, y tú nos has curado. ¡Cuán grande es tu amor!.

Nos colocamos al pie de tu Cruz para que caiga una sola gota de tu sangre sobre cada uno de nosotros, ya que una sola de ellas es el remedio a todas mis enfermedades y heridas...
¡Perdón Señor!

Siempre estás con los brazos extendidos, clavados, esperándome y poniéndote a mi disposición para que ruegue y suplique por mi re-creación, para que puedas hacer de mi una nueva criatura hecha a tu imagen y semejanza. Para ello te has convertido en el Cordero de Dios, que se ha ofrecido en holocausto, para ello sigues ardiendo de amor hacia nosotros, ardor que sale día y noche de tu sagrario. ¿Es posible que ante este horno de amor no nos encendamos todos en llamas de amor?...
¡Amor, Señor!

¡Seamos con la ayuda de Dios como los ángeles que cortejan la imagen de la Virgen día y noche! ¡Vistámonos por el sacramento de la penitencia con la túnica blanca de los ángeles y santos del cielo para ser cortejo puro en torno de la Purísima Paloma!

Tú conoces la inconstancia del corazón humano, conviértenos en roca firme que persevere como la roca a orillas del mar y embestida por las olas, pero a su vez podamos dejar grabar en nosotros la fe y la firme creencia de que eres Tú el que nos amas, de forma que podamos permanecer sin miedo con María en su Soledad al pie de la Cruz. Así sea

ORACIÓN A LA VIRGEN DE LA PALOMA PARA TODOS LOS DIAS 

Oh, Virgen Santísima, que en la figura del Cantar de los Cantares expresas toda la inmensidad de tu amor y permites que podamos aclamarte con las dulces invocaciones de "Refugio de los pecadores", Consuelo de los afligidos", "Esperanza nuestra"

Me encuentro solo y abandonado si estoy lejos de ti, soy como un niño que ha perdido a su madre en medio de las calles tremebundas de la ciudad y que llora porque ha perdido a la que lo ampara, a la que lo cuida, a la que resuelve sus necesidades y ha perdido todo amparo, se siente perdido. Por esto acudo a ti, Madre, lleno de confianza, porque sé que en ti encuentro los amorosos brazos que me estrechan contra tu corazón, me protegen del mal y del maligno y porque escuchas los gemidos del niño en sus necesidades concretas como en ésta que te voy a pedir a través de esta Novena.

Sé que no me lo das por mis méritos que no tengo, sino por tu amor gratuito hacia mi, tu hijo débil y pecador. Tu amor lleva toda la ternura maternal. Y de esto estamos ciertos porque jamás se ha oído que nadie haya sido desamparado acudiendo a ti.

Así ahora Madre mía, te confío mi súplica. Voy a recordar los misterios insondables de tu soledad y mirando tu devota imagen de la Paloma intentaré acompañarte paso a paso, esperando que tu mirada se encuentre con mi mirada y que, entendiendo como madre mis necesidades, las escuches y si me conviene me las resuelvas. Más, Madre, no se haga mi voluntad sino la de tu Hijo amado que se ha entregado por nosotros a la muerte y muerte de cruz.

Hágase ahora la REFLEXION de cada día. Terminada la reflexión pídase la gracia que se desea alcanzar por medio de esta Novena.

ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DIAS

¡Virgen Santísima de la Paloma¡ Eres más pura que el sol y más hermosa que todas las vírgenes del mundo terrestre y celeste. Por ti nos ufanamos ya que somos tus hijos, título que vale más que todos los títulos de nobleza y de la grandeza humana. Tu escudo nos protege para siempre, mientras que los escudos humanos son precarios y efímeros. Pasando nuestros dolores por tu dolor, nuestros dolores se convierten en gozo. Tú eres Corredentora con tu Hijo clavado en la cruz. Tú que estuviste de pie junto a la cruz transformaste nuestra cruz en gloriosa. Subiendo con Jesús a la cruz encontraremos que la cruz ya no nos aplasta sino que nos redime, se hace gloriosa. En la cruz y sólo por la cruz podemos ser santos: "el que quiera ser mi discípulo que cargue con su cruz y me siga"
¡Madre quiero ser santo!

Sabemos que la cruz que amenazaba aplastarte la abrazaste junto con tu Hijo y lloraste porque tus sentimientos maternos estaban profundamente heridos, pero tus sentimientos co-redentores te hicieron abrazarte a esta cruz. Queremos acompañarte en tu lloro pero a su vez permanecer valientemente al pie de la cruz. Al mirar tu imagen queremos estar junto a ti.

Lloras Madre mía por mis pecados y los de mis hermanos los hombres. Todos somos culpables. Y a pesar de ello tú no nos rechazas como hijos. Lloras por tu Hijo y lloras por tus hijos.

Unes los dos llantos en uno sólo y con ello nos unes a tu Hijo en el perdón y en la misericordia.

Concédeme, Madre mía, no separarme de ti. No quiero dejarte sola. Quiero que mi corazón permanezca junto a ti y en tus manos juntas aprender a orar sin cesar. Uniré mi plegaria a la tuya rogando al Eterno Padre que el Espíritu Santo descienda con sus dones y sus gracias para que nuestra amada Iglesia Católica pueda ser fecunda en medio de este mundo paganizado y necesitado de una re-evangelización.

Haz que los sacerdotes sean santos para que en ellos florezca el celo y la sabiduría capaz de guiar a la humanidad hacia Dios nuestro Padre en su Hijo amado. Concede a los matrimonios el amor mutuo que fructifica en los hijos y dales ser santos como fueron santos Isidro y María de la Cabeza. Concede a los hijos encontrar en sus padres el modelo de una vida cristiana. A los padres ser los primeros catequistas de sus hijos. A los jóvenes, en quien se despierta naturalmente el amor humano, convertir sus relaciones en puras y castas para que los prepare a la santidad del matrimonio. Y a nuestra ciudad de Madrid mírala con maternal ternura ya que ella se ha confiado popularmente a tu protección.

Madre, yo me siento tan cerca de ti que no veo necesario exponerte mis necesidades, tú las conoces como una madre conoce lo que necesitan sus hijos. Sabes de mi debilidad y de mi fragilidad, que necesito que me cuides como una copa frágil de infinito valor: Dios me ha hecho valer por lo que vale la sangre de tu Hijo. Cobíjame bajo tu negro manto para que la túnica blanca de mi bautismo no se manche como no se ha manchado la túnica blanca que llevas bajo tu manto negro. Atame, átame fuerte con la cadena que pende de tu cuello, para que tu soledad sea mi soledad. Atado a ti, Madre mía, el mal no me podrá arrastrar sino que la santidad de Dios permanecerá en mí como permaneció en ti en grado supremo. Por algo te llamamos Santísima. Atado a ti podré iniciar la vida eterna ya en este mundo.
Amén.

SALVE. (cantada)
Oremos:
Oh Dios, en cuya Pasión fue traspasado de dolor el alma dulcísima de la gloriosa Virgen María, según lo había profetizado ya Simeón: concede propicio que, los que venerando sus dolores hacemos memoria de ellos, consigamos el feliz éxito, tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

DIA PRIMERO 
Qué es un novenario a la Virgen de la Paloma

El nombre de Novenario lo damos a nueve días de vela, de oración, de ayuno al pie del Santo, de la Virgen o del mismo Señor como signo de nuestro amor o signo de lo que queremos llegar a amar.

Para ello un Novenario no puede convertirse en una negociación: "yo te doy, tú me das".

Puede ser una intercesión por obtener una gracia, una virtud, e incluso la solución de una necesidad temporal, pero condicionado esto último a la voluntad de Dios. Un cristiano nunca pide nada a Dios sin añadirle "más no se haga mi voluntad sino la tuya". No podemos convertir una intercesión en un exigir ya que a Dios no se le exige, se le pide, como se pide un trozo de pan a un padre.

En esta novena hemos puesto por intercesora a la intercesora de las intercesoras, al refugio de pecadores, a la consoladora de los afligidos, al auxilio de los cristianos: "Jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a ella hayan sido desoídos". ¡Qué títulos tan hermosos y con que poca atención los hemos meditado!

El mundo de hoy está tan pervertido por una falsa libertad, que no podemos decir más que el mundo está invadido por el libertinaje de los antiguos paganos. El pecado ya no es pecado para el mundo de hoy. El mundo ha perdido la conciencia del pecado, como ya nos lo anunciaba Pío XII. Y con ello, Cristo ha sido abandonado por muchos hombres, la soledad de María es cada vez mayor, pero en su Soledad de la Paloma mira con ojos de misericordia a todos los que vivimos en Madrid y mira a muchos más allá de nuestras fronteras que la honran con sus oraciones o llevando orgullosamente el nombre de Paloma.
Por esto existen, como llama perpetua, los fieles devotos de la Congregación de Ntra Sra de la Paloma, que día y noche, viendo su medalla de Congregante, viven velando contigo en tu soledad.

María, como casta Paloma, vuela sobre este mundo lleno de fango erótico y busca un pie, una rama desde donde llamar a los que en el arca esperan ansiosos el fin del diluvio del pecado para posar sus pies en la tierra de los santos.

María nos invita a vivir en recogimiento estos días santos de su Novena. Oración, ayuno y limosna como si en honor de la Virgen hiciéramos una pequeña cuaresma preparatoria a su fiesta. Purifiquémonos en el santo Sacramento de la Penitencia, vivamos la pureza del cuerpo y del alma, la pureza en la lengua y en los juicios, la pureza en el mirar y en el obrar.

Antes de subir al Calvario donde: "Stabat Mater dolorosa yuxta crucem lacrimosa", hemos de pasar por Getsemaní para aprender de Jesús orante a orar, a decir: "Más no se haga mi voluntad sino la tuya" y así, y sólo así, podremos postrarnos ante el Sagrario y ante María para acompañarlos en su soledad.

(Condicionando la gracia o el favor a pedir a la voluntad de Dios, pidamos fervorosamente lo que necesitamos.)

DIA SEGUNDO 
REFLEXION
María al pie de la Cruz
I
Cristiano, contempla desde lo más profundo de tu corazón el panorama del Calvario.

Mira a Jesús Nazareno, aquél que nos ha amado y nos ama hasta el extremo, el que siendo el ofendido ha venido a salvar al ofensor. Atado con clavos en una cruz no puede ni quiere huir, porque quiere salvarte obedeciendo hasta la muerte en cruz. El que sabiendo que eres tú el que ha huido, que eres tú el que ha tomado la iniciativa en el pecado y sin embargo tanto es su amor que toma la iniciativa de morir por ti. Es el mismo Jesús que te ha colmado de bienes como a la multitud en el desierto alimentándolos y luego colmándolos de milagros. Tú has sido infiel pero El ha permanecido fiel porque no puede negarse a si mismo. El amor de Dios es eterno.

Mira a María, madre de las madres, que está al pie de la Cruz, que no huye ni se defiende. Mansa cordera deja que maten al Cordero de Dios nacido de sus entrañas como víctima que quita el pecado del mundo. Nadie la puede apartar del pie de la cruz, quiere ser Corredentora con su Hijo. La insultan, la desprecian y quien sabe si incluso la maltratan, pero ella no se mueve. Está ahí hasta que su Hijo haya dado el último suspiro, hasta que todo esté consumado y con ello asegurada nuestra salvación.

II
Allí se inicia su soledad de tres días. Jesús ha entregado su espíritu después de haber sido confortado únicamente por la presencia de su madre, de las piadosas mujeres y de Juan. Los únicos fieles, todos los demás han huido. El Calvario es únicamente para los que permanecen fieles. María es la fidelísima.

Para ella se inician las largas horas de la espera. Grabado en sus ojos tiene el rostro desangrado de Jesús, aquél que pusieron en sus brazos los que descendieron a Jesús de la Cruz. La figura de la Dolorosa se yergue ante las multitudes de las naciones con el dulce reproche de María: ¿Qué habéis hecho con mi Hijo? Pero he aquí el Cordero de Dios que quita todos vuestros pecados. Hijos míos, venid a mi, acompañadme en mi soledad y oremos agradecidos porque El nos ha salvado.

El Redentor ha muerto, pero la Corredentora vive con nosotros y nos acoge en su soledad en dulce espera de la Resurrección. Ella es quizá la única que cree firmemente que su Hijo resucitará para que todos podamos resucitar a la vida nueva en la Pascuas. No abandonemos a María en su soledad, porque así seremos los primeros en ver al Resucitado, porque es cierto que su primera visita, después de haber descendido a los infiernos, será para su Madre Santísima y amadísima.

Permanezcamos Junto a María, la creyente, la única que no perdió su fe en su Hijo, la que no dudó nunca. Así nuestra fe participará de su fe y nuestra firmeza estará construida sobre la roca de la fe de María.

(Pide fervorosamente lo que necesitas para permanecer firme en la fe, en la esperanza y en la caridad. Luego pide por tu intención no olvidándote añadir: No se haga lo que yo quiero sino lo que quieras tú)

DIA TERCERO
REFLEXION
María, Madre Nuestra
I
Ya no le queda sangre al Divino Redentor. Los azotes, las espinas, el mal trato de los sayones, los clavos, la cruz han acabado por agotar el fluido vital de su sangre, a punto está de expirar, de entregar su espíritu al Padre. Y acompañando al moribundo está su Madre afligida y dolorosa que con San Juan y las piadosas mujeres esperan el último suspiro.

En esta espera fue cuando Jesús abrió sus labios para entregarnos testamentariamente a su Madre como Madre nuestra y a nosotros como hijos a su propia Madre: "Mujer he ahí a tu hijo" y luego mirándonos a nosotros: "He ahí a tu Madre". ¡Qué intercambio tan doloroso para María! En vez de su Hijo tiene que recibir una multitud de miserables pecadores, de hombres inconstantes que hoy dicen sí y mañana no. En vez del sumo y único Sacerdote unos delegados de este sacerdote, hombres tan frágiles y miserables como todos. En vez del Hijo de Dios unos hombres de los cuales jamás puede fiarse. 

II
Desde aquél momento la humanidad redimida ha recibido la dulce herencia de una Madre, madre entre las madres. Ya podrán intentar multitudes de hermanos separados rechazar esta herencia, María seguirá y será siempre la Madre de todos los hombres. Esta herencia está grabada en lo más profundo de nuestro ser. Hemos visto a una multitud de luteranos que han sentido añoranza de la madre. Y tarde o temprano encuentran de nuevo el camino hacia la Madre y con ello el camino a su Iglesia

Jesús y María se quedaron con los sufrimientos que merecen nuestros pecados, para que nosotros, libres de toda culpa, podamos alabar y bendecir al Señor, para que libres de todo pecado, podamos volar junto a Dios sin temor ni miedo, sino con amor. Amor inmerecido, pero amor que se inicia en Dios: "En esto consiste el amor de Dios en que El nos ha amado primero", nos dice San Juan en su primera Carta. 

Redentor y Corredentora se desposaron en la cruz, se hicieron uno para que sus sufrimientos fueran como un solo sufrimiento intercesor ante el Padre. El y Ella llama perpetua de amor por el desamor de los hombres. Llama eterna que desparrama su luz sobre los hombres y nos permite encender en ella nuestra llama de amor para que como ella se convierta en eterna.

Además Jesús nos enseña que también para él cuentan los Mandamientos de Dios. Va a morir, pero provee quien cuide de su Madre. El cuarto Mandamiento también es para nosotros y como Jesús tenemos que proveer por nuestros padres. Un cristiano salvo justificadas excepciones no puede echar a sus padres en una Residencia por cara y perfecta que sea. Tus padres necesitan de tu cariño y del cariño de sus nietos. No puedo quitarme la cruz del sufrimiento a la ligera.

Ellos llevaron la cruz de nuestra educación y formación y ahora nos toca a nosotros llevar la cruz de su ancianidad con la alegría que supone el amor semejante al de Jesús. El murió por amor.

(Pídase fervorosamente la gracia del amor filial y por la intención de esta Novena añadiendo la súplica: mas no se haga mi voluntad sino la tuya...

DIA CUARTO
REFLEXION
La llaga del costado 
I
"Como era el día de la Preparación, para que no quedasen los cuerpos en la cruz el sábado -porque aquél sábado era muy solemne- los judíos rogaron a Pilato que les quebraran las piernas y los retiraran. Fueron, pues, los soldados y quebraron las piernas del primero y del otro crucificado con él. Pero al llegar a Jesús, como le hallaron ya muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza y al instante salió sangre y agua... Y todo esto sucedió para que se cumpliera la Escritura: No le quebrarán hueso alguno. Y también otra Escritura dice: Mirarán al que traspasaron." (Jn. 19,31-37)

II
Con esto acabaron los dolores del Hijo, pero acrecientan los dolores de la Madre. Antes sufría con El. Ahora, muerto El, entra en el dolor de la soledad. Un martirio reemplaza a otro martirio. Llorabas con Jesús, sufrías con El en la Cruz. Ahora sufres el dolor de su pérdida, de su muerte. Primero martirio con El, ahora martirio en la soledad. Antes Redentor y Corredentora unidos en el dolor, ahora Corredentora sola por la ausencia de El. Viendo la lanzada, la sangre y el agua que le quedaba en sus venas derramada, se rompe en dolor tu corazón oh dulce y dolorosa Madre.

El corazón de tu Hijo abierto por la lanza y por el amor a los hombres: "He aquí el corazón que tanto os ha amado", dirá a Santa Margarita María de Alacoque. Y al ver este Corazón se nos abre la esperanza y la confianza, ¡Sagrado Corazón de Jesús, en vos confio!

Esta abertura en tu costado es la puerta del cielo, es nuestro refugio: "Venid a mi todos los que estáis agobiados que yo os aliviaré", nos has dicho tú mismo, Señor. Déjame, Señor, entrar por esta puerta y apodérate de mi corazón inquieto e inconstante. Enséñame a amar como Tú me amas y me has amado, embriágame en tu amor y, con el agua de tu costado, lávame de todo lo que me aparta y me separa de ti. Renueva en mí el bautismo y haz que viva como verdadero hijo de tu Padre.

María, como Paloma que gime en los agujeros de la peña viva, gime en el costado abierto de Jesús. Llora por nuestros pecados y pide piedad y misericordia por ti y por mi.

Con María en el costado de Jesús podemos decirle: ¡María, transfórmame en Jesús!

(Pídase el don y la gracia que se quiere obtener)

DIA QUINTO
REFLEXION
El descendimiento de la Cruz
Atardecía sobre Jerusalén, el cuerpo de Jesús permanecía en la Cruz. Todavía nadie había venido a descenderlo. María y las piadosas mujeres junto con el discípulo Juan no podían hacer nada. Por ser cuerpo de condenado habían perdido todo derecho a bajarlo y enterrarlo. Sólo la autoridad civil y religiosa tenía derecho sobre él.

Entonces: "Ya al atardecer, como era el día de la Preparación, es decir, la víspera del sábado, vino José de Arimatea, miembro respetable del Consejo, es decir, del Sanedrín, que esperaba también el Reino de Dios, y tuvo la valentía de entrar donde Pilato y pedirle el cuerpo de Jesús. Se extrañó Pilato de que ya estuviese muerto. Informado por el Centurión, concedió el cuerpo a José quien comprando una sábana lo descolgó de la cruz, lo envolvió en la sábana y lo puso en un sepulcro que estaba excavado en la roca." (Mc. 14,40-47)

Antes de sepultarlo María lo recibió en sus brazos. Lo recibieron aquellos brazos que tantas veces habían sostenido al Niño Dios, lo habían acariciado y lo habían abrazado.


II
Sentados a los pies de la "Soledad" contemplemos clladamente el inmenso dolor de María. Su boca no habla, pero sus ojos enrojecidos por las lágrimas dialogan con el cadáver de su Hijo. Hijo mío, qué horrible es el pecado que ha sido capaz de destrozarte. El pecado como horrible mazo tenía que haber golpeado al pecador, a los hombres pecadores, a los hijos que acabas de darme. Y tú recibiste todos los golpes, ni uno repercutió mortalmente en el hombre, todos estaban en ti, tú te habías hecho pecado y como tal recibías lo que los pecadores tenían que haber recibido.

Cuánto amor tienes a los hombres entre los cuales me cuento yo. Por ello, gracias Jesús amorosísimo, gracias Madre amorosísima. Competías en el amor hacia nosotros y tú y ella, los dos unidos, deseasteis nuestra salvación. Tenéis más ganas de salvarnos que nosotros de encontrar salvación. Tú nos amas a pesar de que nosotros no te amamos. "Tú permaneces fiel porque no puedes negarte a ti mismo". Siempre podemos confiar y esperar.

No queremos dejarte sola en tu soledad. Somos nosotros los que tendríamos que sentirnos solos, pero por tu amor y el amor de tu Hijo sentimos vuestra presencia. "Yo estaré con vosotros hasta la consumación de los siglos"

(Pídase la gracia y el don que confiamos obtener)

DIA SEXTO
REFLEXION
La sepultura 


Jesús, el Hijo de Dios, tomó la naturaleza humana con todas sus consecuencias. Ha entregado su vida en la cruz, ha muerto y su cuerpo humano como todo cuerpo humano tiene que ser sepultado antes de que se inicie la descomposición. Jesús, como uno de tantos, permite que su cuerpo sea sepultado con todos los ritos y costumbres de los judíos. Jesús ni después de muerto quiere ser diferente.

Pobre vino al mundo y pobre se ha ido. No tiene lugar donde ser sepultado, igual que cuando vino al mundo "no había para él lugar". José de Arimatea, que había vencido su respeto humano ante los judíos e interviene ante Pilato, obtiene la custodia del cuerpo de Jesús y lo sepulta en su propia sepultura, sepultura que no se había estrenado con nadie.

Antes de cubrir la cueva sepulcral María se despide de su Hijo transida de dolor. Como Madre de madres su dolor es más grande que todos los dolores de todas las madres. Sin embargo su dolor va acompañado de esperanza. Sabe que su hijo resucitará.

Los "sin esperanza" quieren cubrir algo que temen, temen, en vez de esperar: "Al otro día, el siguiente a la Preparación, los sumos sacerdotes y los fariseos se reunieron ante Pilato y le dijeron: Señor, recordamos que ese impostor dijo cuando aún vivía: A los tres días resucitaré. Manda, pues, que quede asegurado el sepulcro hasta el tercer día, no sea que vengan sus discípulos, lo roben y digan luego al pueblo: Resucitó de entre los muertos y la última impostura será peor que la primera. Pilato les dijo: Tenéis una guardia. Id, aseguradlo como sabéis. Ellos fueron y aseguraron el sepulcro, sellando la piedra y poniendo la guardia" (Mt. 27,62-66)

Mientras, María de la esperanza está triste, porque la muerte le ha arrebatado a su Hijo, pero espera con la esperanza más absoluta que su Hijo resucitará. La muerte, el absurdo para los ateos, es para todo cristiano una esperanza, una seguridad de vida. La muerte lleva su sello de dolor por la separación temporal del ser querido, pero se endulza con la esperanza de que todo pasará menos la eternidad y que la eternidad es para todos aquellos que saben esperar.
(Pídase la gracia y el favor que se anhela)

DIA SÉPTIMO
REFLEXION
María vuelve del sepulcro 

Después de sepultar a un ser querido, todo nos recuerda su paso por este mundo: las calles, el comercio, la casa y en ella cada una de las habitaciones. En el dolor nos gusta recordarlo y rememorar sus actividades.

El primer paso de María antes de regresar a su casa es acercarse al vecino montículo del Calvario y rememorar las últimas horas de su Hijo. "¿Quién subirá al mote del Señor y quién permanecerá en su lugar santo?"

María recogería los instrumentos de dolor y salvación a la vez. Recogería los clavos, la corona de espinas y las cuerdas que lo habían atado y arrastrado hasta el monte santo. En ellos se encierra toda la riqueza de nuestra salvación. Por esto aún hoy en día son venerados más que piedras preciosas. Las piedras preciosas adornan los distintos templos de la cristiandad como signo y sello de nuestra salvación. "Pero Dios rico en misericordia por el grande amor con que nos amó, estando muertos a causa de nuestros delitos, nos vivificó juntamente con Cristo -por gracia habéis sido salvados- y con él nos resucitó y nos hizo sentar en los cielos en Cristo Jesús"

Contemplemos a María y recitemos con ella:

LA CRUZ GLORIOSA
DEL SEÑOR RESUCITADO
ES EL ARBOL DE LA SALVACIÓN.
EN EL YO ME NUTRO,
EN EL ME DELEITO,
EN SUS RAICES CREZCO,
EN SUS RAMAS YO ME EXTIENDO.

Nuestros vacíos espirituales no los podemos llenar con nuestra autocompasión refugiándonos en los placeres, en el dinero, en el poder. Sólo Jesús puede llenar nuestros vacíos. El y él crucificado da sentido a nuestro sufrimiento, a nuestra soledad, a nuestro vacío. "Señor, nos hiciste para ti, y nuestro corazón no descansará hasta que descanse en ti" (Confesiones de San Agustín).

DIA OCTAVO
REFLEXION
Camino del Cenáculo 

Besando la cruz y los instrumentos de la tortura vuelve sus pasos sobre Jerusalén. Cada esquina de sus callejuelas le recordarían a su Hijo, aquí y más allá huellas de sangre, huellas de la sangre derramada para la salvación del mundo. Con qué amor y repeto las miraría. Hoy donde asesinan a alguien por la violencia de la humanidad se adorna con flores y velas. María los adorna con sus lágrimas.

La gente que se cruza con ella la mira de soslayo. Es la madre del condenado a muerte, uno de los crucificados esta tarde. Nadie se acerca a ella, es cosa impura. La misma pureza tratada de impureza, de intocable. Así inicia la larga soledad la Virgen María. Todos huyen de ella, la dejan sola. Sólo las piadosas mujeres y Juan quedaron con ella llenos de temor. Y ¿tú dónde estás? También ¿tú has huido?

Madre, ¿a qué hemos reducido tu título de "Bienaventurada entre todas las generaciones"? Todo parece que hubiera sido un sueño, todo parece un fracaso. La misma vida de Jesús es en apariencia el gran fracaso. Igual que hoy. Las generaciones del mundo lo desprecian, lo niegan e incluso lo persiguen. Y se burlan o menosprecian a los que intentamos seguirlo. ¡Cuántos reniegan de él por cobardía, por no sufrir menosprecio y burla!

María de la Paloma, María de la Soledad a cuyos pies descansan serenos los restos mortales de Isabel Tintero, permite que te acompañemos, como ella te acompaña ahora, para siempre. Ella lo anheló y su anhelo aunque después de muchos años se vio cumplido. Que no tengamos que esperar tanto como esperaron sus restos mortales, para que nuestras almas descansen a tus pies desde ahora y luego para siempre en el cielo, donde confiamos poder participar de tu corte celestial formada desde hace tiempo por tus devotos.

(Pídase con fervor y confianza la gracia y el fruto de esta Novena)

DIA NOVENO
REFLEXION
La Soledad en el Cenáculo
El Cenáculo está esperando a María en su soledad. El mismo lugar donde Jesús se entregó en forma de pan y vino a sus discípulos, a quienes dio poder de hacer lo mismo, es decir, convertir el pan y el vino en el Cuerpo y la Sangre del Señor. Hacerse Eucaristía fue hacerse soledad del Sagrario, días y horas está esperando a los que lo visitan . No tiene prisa, espera. Así María espera en medio de su soledad. Jesús vendrá, Jesús resucitará..

La sala de la fiesta pascual, de la cena pascual, se ha convertido en sala de la soledad. Ella y unas pocas mujeres velan esperando. Luego, todos se retiran a descansar, ella queda sola, ella queda llorando sola, pero en su dolor hay una lucecita de esperanza, la promesa de Jesús:"y resucitará al tercer día". María sabe esperar como nunca nadie ha esperado.

Ante la mente de María corre, como en una película, todo lo sucedido. Ella llora, ama y espera. Vive agradecida, no por su dolor, pero sí por su dolor sufrido con Jesús y convirtiendo su dolor en corredención de todos sus otros hijos, de la humanidad entera. El dolor no la destruye, y si bien llora es con gratitud y amor que llora. Dice: Yo fui salvada por mi Hijo siendo preservada de todo pecado y mis otros hijos son salvados en el perdón, en la misericordia, en la redención. El dolor de María es consolado por el bálsamo de la misericordia y del perdón de todos sus hijos pecadores. Todos llamados a la salvación.

Como en la noche de la Vigilia Pascual, esperemos con María a Jesús Resucitado, que muriendo destruyó nuestra muerte, resucitando restauró nuestra vida.

(Pídase fervorosamente la gracia y el favor que se desea)

ORACIÓN PARA PEDIR
UN FELIZ ALUMBRAMIENTO
VIRGEN QUERIDA DE LA PALOMA
QUE POR SINGULAR PRIVILEGIO VISTEIS
CON GOZO EN VUESTROS BRAZOS, SIN 
PASAR POR EL DOLOR. EL DIVINO FRUTO
DE VUESTRO SENO, MERECIENDO POR
ESTO SER LLAMADA"BENDITA ENTRE TODAS LAS MUJERES"
YA QUE TE HAS DIGNADO BENDECIR MI VINCULO CONYUGAL HACIENDO FECUNDO MI MATRIMONIO, CONCEDEME QUE LLEVANDO CON PACIENCIA Y CON ALEGRIA, LOS TRABAJOS DE LA FECUNDIDAD, PROSPERE EL FRUTO DE MIS ENTRAÑAS Y ALCANCE LA DICHA DE HACERSE HIJO TUYO EN LAS AGUAS SALVIFICAS DEL BAUTISMO. AMEN

Fuente: Parroquia Virgen de la Paloma y de San Pedro el Real, España