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Novena a Nuestra Señora de Chiquinquirá
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ACTO DE CONTRICION
Señor mío Jesucristo, Padre de misericordia y Dios de todo consuelo, que
haces infinitas maravillas en el cielo y la tierra; Tu, Señor, que me
hiciste a tu imagen y semejanza, y capaz de tu gloria y de la felicidad
eterna, beneficio que nunca te podré pagar; por el amor que me tienes; oh
Dios , cuya grandeza me abisma, escucha la sincera confesión de mi pecado.
Aquí estoy postrado de hinojos antes tu augusta presencia, lleno de
vergüenza, pero arrepentido y dispuesto a desagraviarte. Confieso, Señor,
que he pecado, que no he evitado las ocasiones de pecar, despreciando los
sublimes mandamientos de tu Ley santa y labrando a sabiendas mi eterna
condenación. Me pesa, Señor, me pesa una mil veces haber manchado mi alma
con la sombras del pecado. Pero como el penitente David, aquí me tienes
suplicando el perdón de mis culpas prometiendo la enmienda de mi vida y la
salud de mi alma. Protegeme, Señor , yo te lo suplico fervorosamente y te lo
pido por el amor que le tienes a tu Santísima madre, en cuyo honor hago este
novenario bajo la dulce advocación del Rosario de Chiquinquirá cuya
sacratísima imagen se renovó milagrosamente en Maracaibo ante un pueblo
celoso de amor a la Virgen Maria. Por ella, pues, dulce Jesús, aplaca tu
justa ira y concedeme toda tu clemencia, de la que tanto necesito para
salvarme de los peligros que me rodean. Amen
DIA PRIMERO
Oh Soberana Reina de los Cielos y tierra! Que fuiste elevada por gracia a un
a estado mas sublime que el que tienen por naturaleza nuestros Ángeles
custodios, yo te doy gracias por las buenas inspiraciones que me has
prodigado toda la vida, y especialmente en este día; también os agradezco
que renonueves milagrosamente tu Imagen del Rosario de Chiquinquirá,
expresamente para proteger a tus fieles devotos ; y te pido que asimismo
renueves con tu milagroso poder en el tosco lienzo de nuestros corazones la
imagen de tu Hijo venditísimo. Alcánzanos también la gracia que en esta
Novena os pedimos por la intercesión de tus Siervos San Andrés y San
Antonio, si ha de ser para mayor honra y gloria de Dios y salvación de
nuestras almas. Amen
Oración para todos los días
Omnipotente y Sempiterno Dios y Señor Nuestro, que eres la esperanza y el
consuelo de todos los afligido que te invocan, y quisiste que todos los
bienes que tenemos, y los que esperamos alcanzar, nos venga por mano de la
Santísima Virgen dignísima madre tuya; concédenos que todos los que
veneremos piadosamente tu nacimiento en carne mortal y te roguemos delante
de esta milagrosa Imagen renovada por si misma, sintamos el perpetuo socorro
de su patrocinio y seamos libres en el cuerpo y en el alma, de toda
tripulación. Tú que vives y reinas con Dios Padre en unidad del Espíritu
Santo, por los siglos de los siglos. Amen
DIA SEGUNDO
¡Oh Madre! Tu estas sublimada por tu celo en cumplir las ordenes de Dios
sobre el coro de los Arcángeles; tu eres su Reina, y por tal ellos te
reconocen; yo me congratulo de tu grandeza, y doy por ello rendidas gracias
a la Beatísima Trinidad , y te pido que te dignes encender en mi tibio
corazón la llama ardorosa de una celo activo, prudente y eficaz. Tu, que
disteis a conocer el resplandor de tu gloria en la admirable renovación de
esta Imagen tuya que veneramos, danos la gracia y concédenos lo que
particularmente te pedimos en este novenario. Así lo esperamos conseguir a
mayor gloria de Dios, por la intercesión de tus gloriosos siervos San Andrés
y San Antonio; mas, si no conviene a nuestra salvación, dadnos la
conformidad para aceptar gustosos las disposiciones divinas. Amen
DIA TERCERO
¡Oh Madre y Señora Mía! Tú fuiste la Virgen prudente elevada sobre el coro
de los principados: durante el tiempo de tu peregrinación me diste ejemplos
de esta virtud que impide el desorden entre los hombres. Siendo tu Sabiduría
superior a la de todos los coros Angélicos, también fue superior a la de
ellos tu prudencia; te suplico, pues, que me alcances de Tu Divino Hijo esta
virtud de la prudencia y que sepa frenar los apetitos de la carne rebelde.
Así lo espero conseguir por la intercesión de tus siervos San Andrés y San
Antonio, y también la gracia especial que solicito en esta novena. Amen
DIA CUARTO
Oh fortísima Señora que jamás fuiste vencida y siempre venciste a las
potestades infernales! Ve, Señora, a que atrevimiento han llegado, pues
pretenden borrar el culto católico de la faz de la tierra. Aprisionado el
Vicario de Tu Divino Hijo, perseguida la justicia y triunfante la iniquidad,
sin tu auxilio es de temer que sucumbamos; ven, pues, en auxilio de cada uno
de tus devotos, y que todos sintamos los saludables efectos de tu protección
al invocar tu patrocinio: tu, que tienes poder sobre el coro de las
Potestades, cuya Reina eres, puedes hacerlo así. Haz que tu sagrada Imagen
de Chiquinquirá sea para los maracaiberos, para el Zulia todo y para fieles
devotos, un escudo que nos defienda de los ataques infernales. Así lo
esperamos alcanzar por la intercesión de tus siervos San Andrés y San
Antonio, como también lo que particularmente te pido en este novenario. Amen
DIA CINCO
Obedientísima Señora y Madre nuestra, que no rehusasteis ninguno de los
cargos que el Señor te encomendó; yo me congratulo de verte elevada sobre el
coro de las Virtudes, así como me confundo al verme tan desemejante a ti por
mis desobediencias a la Ley Santísima de Chiquinquirá; ayudadme a tomarte
por modelo de humildad y obediencia, para que así logre mi salvación y el
favor que, por intercesión de tus gloriosos siervos San Andrés y San
Antonio, te pido en esta novena, si así me conviene. Amen
SEXTO DIA
¡Oh piadosísima Señora, llamada con verdad Espejo de Justicia! Yo me
congratulo al verte elevada sobre el coro de las Dominaciones. Tu eres como
el manantial de las cristalinas aguas de las divinas misericordias, por
esto, confiadamente te pido que me alcances la gracia de practicar en todo
la virtud de la justicia apartándome de lo malo y obrando siempre bien, para
que después merezca gozar del paraíso al lado tuyo . Si, Virgen amantísima
de Chiquinquirá, concédeme eso y lo que te pido en esta novena poniendo por
intercesores a tus gloriosos siervos San Andrés y San Antonio. Amen
DIA SÉPTIMO
¡Oh Virgen purísima, Silla de la Sabiduría ! Tu que eres la Reina del coro
de los Tronos, eres también la Madre del Verbo Eterno. Yo te alabo y te
bendigo, y al oír de tus divinos labios que tu eres la madre de la Santa
Esperanza , te suplico que ruegues por mi a tu divino Hijo, a fin de que no
desconfié jamás de tus misericordias, y apoyado en el valor infinito de los
méritos de Jesucristo, alcance el trono de gloria preparado para los que le
aman.
Tu, poderosa Señora, que nos has dado tu bendita Imagen de Chiquinquirá,
concédenos por la intercesión de San Andrés y San Antonio, tus siervos
fieles lo que te acabo de suplicar, y lo que particularmente te pido en esta
novena, si me conviene. Amen
DIA OCTAVO
Oh esclarecida Reina de los Querubines, tu por tu firme, constante y
fervorosa fe merecisteis ser colocada mas cerca del Divino Sol que a rodos
ilumina. Yo te ruego me concedas una muerte justa, par ir a gozar de las
inefables delicias que tus gozas en el Paraíso celestial en compañía de los
abrasados Querubines y de toda la augustísima Corte del Cielo. Te ruego,
Señora mía, te dignes desterrar de nosotros los aires malignos que nos
apestan, y danos abundantemente los frutos d la tierra; si el verano secare
nuestros campos, envíanos aguas tempranas; si estas ahogaren los granos, haz
que se suspendan por el tiempo necesario para la germinación de nuevas
plantas, y danos finalmente, amorosísima Madre de Chiquinquirá lo que
solicitamos en esta novena pues te lo pedimos confiados del valimiento que
para Ti, tienen tus fieles siervos de San Andrés y San Antonio. Amen
DIA ÚLTIMO
¡Oh, Reina Soberana de los encendidos Serafines! ¡Cuanto me regocijo al
verte elevada sobre todos ellos y ardiendo con mayor pureza e intensidad, y
con mas vehemencia abrasándose en el divino fuego! Mira esta egoísta
sociedad moderna que muere por falta de amor y que parece tiene su vida
alimentada por el odio que la despedaza: mira la familia, casi destruida por
el frío glacial que reina entre sus miembros: mírame sobre todo a mi , y ve
Señora cuan duro es el hielo que cubre mi tibio corazón, derrítelo, Señora
en el amor divino, despertadle del profundo letargo en que está desde hace
tanto tiempo ,y así como por amor tus siervos fieles renovaste tu Imagen del
Rosario de Chiquinquirá, renueva las fibras de mi endurecido corazón; y
vuélvela como blanca cera. ¡Oh piélago de amor divino! Ruega por nosotros,
infunde en nuestros pechos una centella del fuego en que nos abrasas. Eres
protectora de la fe: convierte a tus siervos descarriados, y haz que la
sociedad zuliana no pierde nunca la fe católica; mira que en este pueblo
renovaste milagrosamente tu sagrada Imagen del Rosario de Chiquinquirá, y en
el recibes fervoroso culto. Te lo pedimos, poniendo por intercesores a tus
siervos San Andrés y San Antonio. Amen
GOZOS
A honra a Nuestra Señora de Chiquinquirá
CORO
Pues eres de los pescadores
el consuelo y la alegría
¡oh madre, clemente y pía
escucha nuestros clamores!
ESTROFAS
Si en tu imagen hermosa
de Chiquinquirá encontramos
todo el bien que deseamos
en esta vida penosa,
si en todo tiempo, graciosa,
dispensas tus favores
con franca soberanía.
Oh Madre, clemente y pía.
Fénix de amor, renovada
para remediar al hombre
ostentas este renombre
en tu Imagen sagrada;
con tal m timbre coronada,
se aumentan mas los ardores
de tu amor cada día.
Oh Madre, clemente y pía.
Como aquella nubecilla
que Elías vio en el Carmelo
así por nuestros consuelos
obrastes la maravilla;
de una oscura Imagencilla
salieron magnos primores,
que son asombro del día.
Oh Madre, clemente y pía.
¡Que copiosa y que incesante
es la lluvia soberana
de milagros, con que ufana
nos beneficias amante.
No se da ningún instante
sin que derrames favores
con general bizarría!
Oh Madre, clemente y pía.
Todo el que implora confiado
con sincera devoción
tu amparo y protección
sale siempre consolado;
infinitos han mudados
en delicias los dolores.
Porque buscaron tu guía.
Oh Madre, clemente y pía.
No hay enfermedad penosa,
no hay trabajo ni desgracias
que Tu con tanta eficacia
no remedies generosa;
si es que con fe fervorosa
quien busca tus amores
de los vicios se desvía.
Oh Madre, clemente y pía.
Maracaibo siempre fino,
así lo confiesa ufano,
porque jamás clamo en vano
a tu auxilio divino,
con modo el mas peregrino,
en sus congojas mayores
le haz dado la alegría.
Oh Madre, clemente y pía.
Casa común del consuelo
es vuestro templo sagrado,
pues en el haz franqueado
tu maternal desvelo.
Por eso con tanto anhelo,
sin recelos ni temores,
te clamamos noche y día.
Oh Madre, clemente y pía.
Pueblo de Chiquinquirá,
tierra mil veces dichosa!
¡que riqueza tan preciosa
Dios en tu campo nos da!
¡Oh, que celestial maná
de tan distintos sabores
vierte en su imagen María.
Oh Madre, clemente y pía.
Pues eres de los pecadores
el consuelo y la alegría,
oh Madre clemente y pía,
escucha nuestros clamores.
Bendita sea tu pureza,
y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea
en tan preciosa belleza;
a ti Celestial Princesa,
Virgen Sagrada María,
te ofrezco desde este día
alma, vida y corazón;
mírame con compasión,
no me deje, madre mía. Amen
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