Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen.
San Luis María Grignion de Montfort
María
no es suficientemente conocida
10.
Es, por tanto, justo y necesario repetir con los santos: DE MARIA NUNQUAM
SATIS. María no ha sido aún alabada, ensalzada, honrada y servida como se
debe. Merece aún mejores alabanzas, respeto, amor y servicio.
11.
Debemos decir también con el Espíritu Santo: "Toda la gloria de la
Hija del rey está en su interior". Como si toda la gloria exterior que
el cielo y la tierra le rinden a porfía, fuera nada en comparación con la
que recibe interiormente de su Creador y que es desconocida a creaturas
insignificantes, incapaces de penetrar el secreto de los secretos del Rey.
12.
Debemos también exclamar con el Apóstol: "El ojo no ha visto, el oído
no ha oído, a nadie se le ocurrió pensar..." las bellezas, grandezas
y excelencias de María, milagro de los milagros de la gracia, de la
naturaleza y de la gloria. "Si quieres comprender a la Madre dice un
santo trata de comprender al Hijo. Pues Ella es digna Madre de Dios"
¡Enmudezca
aquí toda lengua!
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