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Oración a la Virgen Maria, Madre Nuestra y Reina Nuestra
Padre Santiago
Alberione.
Dios te salve, María, madre, maestra y reina nuestra. Escucha con
bondad la súplica que te presentamos según el deseo de Jesús: "Rogad al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies".
Vuelve tus ojos misericordiosos hacia todos los hombres. Muchos andan extraviados en las tinieblas, sin padre, sin pastor y sin
maestro.
En ti, María, encontrarán la senda para llegar a Cristo, pues el Padre te ha constituido "apóstol" para dar al mundo a Jesús, camino,
verdad y vida.
Por ti, todos los católicos, con todas las energías, por todas las vocaciones, para todos los apostolados.
Por ti, todos los creyentes por todos los no creyentes; todos los comprometidos por todos los indiferentes; todos los católicos por
todos los no católicos.
Por ti, todos los llamados sean fieles a su vocación, todos los apóstoles sean santos, todos los hombres los acojan.
Al pie de la cruz tu corazón se dilató para acogernos a todos como hijos.
Danos un corazón apostólico, modelado según el de Jesús, según el tuyo y el de san Pablo, para que un día nos encontremos todos juntos
contigo en la casa del Padre.
Bendice a tus hijos, María, madre, maestra y reina.
Amen.
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