Oración a la Inmaculada Concepción

Siervo de Dios SS. Juan Pablo II

 

Plaza de España, Roma 8-XII-2004

¡Virgen Inmaculada! 
Una vez más estamos aquí para honrarte, 
al pie de esta columna, 
desde la cual tú velas con amor 
sobre Roma y sobre el mundo entero, 
desde que, hace 150 años, 
el beato Pío IX proclamó, 
como verdad de la fe católica, 
tu preservación de toda mancha de pecado, 
en previsión de la muerte y resurrección 
de tu Hijo Jesucristo. 

¡Virgen Inmaculada! 
Tu intacta belleza espiritual 
es para nosotros manantial vivo 
de confianza y esperanza. 

Tenerte como Madre, Virgen santísima, 
nos alienta en el camino de la vida 
como prenda de salvación eterna. 

Por eso, a ti, oh María, 
recurrimos confiados. 

Ayúdanos a construir un mundo 
donde la vida del hombre se ame 
y defienda siempre, 
donde se destierre toda forma de violencia 
y todos busquen tenazmente la paz. 

¡Virgen Inmaculada! 
En este Año de la Eucaristía, 
concédenos celebrar y adorar 
con fe renovada y ardiente amor 
el santo misterio del Cuerpo 
y la Sangre de Cristo. 

En tu escuela, oh Mujer eucarística, 
enséñanos a recordar las obras admirables 
que Dios no cesa de realizar 
en el corazón de los hombres. 

Con solicitud materna, Virgen María, 
guía siempre nuestros pasos 
por las sendas del bien. 

Amén.

Fuente: vatican.va