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María, "Mujer eucarística"
Siervo de Dios SS. Juan
Pablo II
Homilía.
XVIII Jornada mundial de la juventud,
13-IV-2003
Tú, María, Madre dolorosa, eres testigo silenciosa de aquellos instantes decisivos para la historia de la salvación.
Danos tus ojos para reconocer en el rostro del Crucificado, desfigurado por el dolor, la imagen del Resucitado glorioso.
Ayúdanos a abrazarlo y a confiar en él, para que seamos dignos de sus promesas.
Ayúdanos a serle fieles hoy y durante toda nuestra vida.
Amén.
Fuente:
vatican.va
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