Oh, María, tú deseas tánto ver amado a Jesús.
Puesto que tú me amas, éste es el favor que te pido: obtener para mí un
gran amor personal a Cristo Jesús. Tú obtienes de tu Hijo todo aquello
que a ti te agrada; intercede entonces por mí, para que yo no pierda
nunca la gracia de Dios, para que yo pueda crecer día a día en santidad
y perfección, y para que yo pueda fiel y magníficamente realizar la
noble vocación para la cual fui llamado por tu Divino Hijo. Por aquella
aflicción que sufriste en el Calvario cuando contemplaste a Jesús morir
en la Cruz, obten para mí una muerte bienaventurada, de tal manera que,
al amar a Jesús y a ti, mi Madre en la tierra, yo pueda compartir tu
gozo de amar y bendecir al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo por
siempre en los cielos.
Amen.