Anunciación de María

San Antonio

¡Ea, pues, Señora nuestra y única esperanza! Te suplicamos que ilumines nuestras mentes con el esplendor de tu gracia, que nos purifiques con el candor de tu pureza, que nos calientes con el calor de tu visita y que nos reconcilies con tu Hijo, para que merezcamos llegar al esplendor de su gloria. 

Dígnese concedérnoslo aquel que hoy, por el anuncio del ángel, quiso asumir de ti su gloriosa carne y habitar por nueve meses en tu tálamo. 

A El sean honor y gloria por los siglos eternos. ¡Amén! ¡Así sea! 

Fuente: franciscanos.net