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María
Padre Javier Leoz
María:
Tuviste un hijo excepcional: Jesús.
El pagó, por nuestras faltas, un alto precio: su muerte
¿Por qué somos tan duros con los demás?
¿Por qué nos cuesta olvidar tanto las ofensas y, por otra parte,
nos gusta tanto que no tengan en cuenta las nuestras?
Tú, como Madre de Jesús, influiste en la personalidad de Jesús.
Te pedimos que pongas tu mano sobre nuestras personas
para que busquemos más lo que nos une
que aquello que nos divide.
Y, sobre todo, haz que hagamos de nuestro mundo –colegio, familia, casa,
deporte, etc-
un lugar para la amistad y el perdón.
Amén.
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