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Oh María, Madre de la Iglesia
Autor:
Oh María, Madre de la Iglesia,
inspiradora y guía de nuestra Congregación:
nos acogemos a tu protección materna,
y fieles a nuestra vocación y misión
te prometemos trabajar siempre
por la mayor gloria de Dios,
por nuestra propia santificación
y por la salvación de las almas.
Con la confianza de hijos,
te rogamos por la Iglesia y por la Congregación
y por todos los redimidos por Cristo, tu Hijo,
sobre todo por los más pobres y abandonados.
Tú que fuiste la maestra de nuestra Fundadora,
enséñanos a imitarle fielmente,
sobre todo en su unión con Dios
en su vida virginal, humilde y pobre,
en su amor al trabajo y en su generosa entrega
al servicio de la Iglesia y de los hombres.
Concédenos que nuestro servicio al Señor,
siguiendo tu ejemplo de discípula y primera testigo suyo, sea fiel y generoso hasta el final de nuestra vida,
para que podamos, así, llegar a la comunión plena en la casa del Padre común.
Amén.
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