Madre de Cristo crucificado y resucitado. Contemplando estos misterios en el Rosario te pedimos nos obtenga la gracia de la conversión: lavarnos en la sangre de tu Hijo por el sacramento de la Reconciliación para recibir el perdón del pecado y el fortalecimiento de la voluntad. La frecuencia del Sacramento nos permite vivir “en tensión de santidad”
Fuente:
cofradiarosario.net
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