|
Seņora, que no tengamos miedo a fracasar;
y que nuestras equivocaciones no nos asusten;
que obremos siempre con sinceridad y humildad;
que no nos creamos mejores que los mayores
y que reconozcamos nuestros yerros;
que seamos arriesgados
y al mismo tiempo apoyemos nuestras manos
en la de nuestros mayores;
que encontremos a Cristo, camino, verdad y vida,
y nos arrojemos en sus brazos sin miedo.
Que nuestra juventud se desborde
enriqueciendo la Iglesia de nuestros padres.
Fuente:
mercaba.org
|
|