|
¡Oh Corazón dulcísimo de María de quien he recibido continuamente tantas gracias, tantos beneficios y favores! yo os venero y os doy gracias, y con ternura de hijo os estrecho contra mi pobre corazón. ¡Ah!, permitidme, Madre mía, que con toda confianza os lo entregue; santificadlo con vuestra bendición y trocadlo en bello jardín donde pueda recrearse vuestro Santísimo Hijo.
Amén
|
|