Santa María, Madre de Dios. Tú eres la primera bendecida por Cristo al ser excepcionalmente redimida. Tu vida glorifica al Padre en la obediencia del Hijo.
Enséñanos a dejarnos bendecir –santificar- por los frutos de la Redención para que nuestra vida sea alabanza del Padre en la obediencia del Hijo, animados por el Espíritu Santo.
Fuente: cofradiarosario.net