Santa María, Madre de la Iglesia: todos hemos sido llamado a seguir a Cristo según el don de la vocación recibida. Enséñanos a responder sí a Cristo, consciente y libremente, y a entregarnos sin condiciones.
Rezamos el Rosario para que todos los bautizados sepamos responder al don de la vocación recibida. Pedimos especialmente vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada.
Que todos seamos sal de la tierra y luz del mundo (Cf. Mt.5 13.14). Sal de la tierra dando el sabor de Cristo a todas las cosas. Luz del mundo para ser testigos luminosos, valientes, de Cristo
Fuente: cofradiarosario.net