Oh María santísima, que de tu imagen milagrosa
de Aparecida se expandan innumerables
beneficios sobre todo Brasil, yo _____________ , a pesar de ser indigno
de pertenecer al número de tus siervos, pero lleno de deseos de
participar de los beneficios de tu misericordia, me postro a tus pies, y
te consagro mi entendimiento, para que yo siempre piense en el amor que
mereces; te consagro mi lengua, para que siempre te alabe y propague tu
devoción; te consagro mi corazón, para que, después de Dios, te ame
sobre todas las cosas.
Recíbeme, oh Reina incomparable, en el dichoso
número de tus siervos. Acógeme bajo tu protección. Socórreme en todas
mis necesidades espirituales y temporales y, sobre todo, en la hora de
la muerte.
Bendíceme, oh Madre celestial, y, con tu poderosa
intercesión, fortaléceme en mi debilidad, a fin de que, sirviéndote
fielmente en esta vida, pueda alabarte, amarte y darte gracias en el
cielo por toda la eternidad.
Así sea.