Maria,
madre nuestra, te pedimos que nos ayude a liberarnos de la
superficialidad, de las frivolidades, las cosas sin fundamentos y las
apariencias, haz que nada nos impida tener capacidad para reflexionar y
así vivir conforme a los caminos enseñados por tu Hijo Jesucristo.
Amén
Maria,
madre nuestra, te pedimos que el mal no triunfe en el mundo, te
rogamos para que las mezquindades no dominen a los hombres, te
suplicamos que no libres de las injusticias y de todo mal que la rodea,
ayúdanos a vivir en la paz de Jesús. Amén
Maria,
madre nuestra, te rogamos tu fuerza amorosa, para desterrar nuestro
egoísmo, y así poder reconocer todo lo que nuestro buen Padre y su único
hijo han hecho por nosotros. Amen
Maria,
madre nuestra, queremos tu inspiración para estar siempre motivados
en nuestra participación con nuestra Iglesia, para así construir una
forma de vida lejos del egoísmo y la falta de caridad, pero cerca del
amor y la fraternalidad. Amén.
Maria,
madre nuestra, danos tu ayuda, para que no tener flaquezas en
la constante ayuda que debemos dar a los niños abandonados y sin hogar,
y para que la solidaridad sea nuestra misión de cada día. Amén
Maria,
madre nuestra, contágianos de esperanza, para que nunca
desesperemos y la angustia no nos haga caer, fortalécenos para no
desfallecer en el camino al encuentro con el Señor. Amen
Maria,
madre nuestra, enséñanos a cumplir los preceptos de amar y
respetar a nuestros hermanos, sin distinción de color de piel, edad,
condición económica, sexo y nacionalidad y así vivir conforme a lo
enseñado por tu Hijo Jesucristo. Amén
Maria,
madre nuestra, muéstranos el camino del amor y la valoración de
los hombres por la dignidad que Dios le entregó, haz que veamos en cada
hombre, mujer o niños, los el Señor ve en ellos. Amén
Maria,
madre nuestra, entréganos tu consejo maternal para saber como
entregar amor a los que están postrados por la enfermedad, para
llevarles alivio a su corazón dolido y entregar la fuerza de la
recuperación. Amén
Maria,
madre nuestra, no permitas que renuncie a los sacrificios que
debemos hacer para vivir en armonía y concordia con todos nuestros
hermanos, ellos tus hijos, ayúdanos a ser comprensivos. Amén
Maria,
madre nuestra, líbranos de todo libertinaje y de toda posibilidad
de ser permisivo con lo actos de inmoralidad que conducen al hombre a la
vida sin dignidad. Amén
Maria,
madre nuestra, condúcenos por un camino de belleza familiar, para
que las relaciones entre padres e hijos conozcan la comprensión mutua y
la aceptación mutua de los cambios generacionales. Amén
Maria,
madre nuestra, te imploramos tu asistencia, porque no queremos que
los bienes materiales nos hagan olvidar los verdaderos valores que dan
sentido a nuestra existencia, y así ver la vida conforme a las enseñazas
de Jesús. Amen
Maria,
madre nuestra, deja que copiemos de tu sencillez, para vencer los
deseos de vanagloriarse y de soberbia, porque nuestros débiles
corazones necesitan imitarte para no caer en malas actitudes. Amén
Maria,
madre nuestra, solo mirándote a ti, lograremos enriquecer nuestra
existencia con valores morales y lejos de toda vida perniciosa, por eso
te pedimos que nuestros ojos vivan dirigidos a ti, modelo de amor y
santidad. Amén
Maria,
madre nuestra, eres la fuerza que necesita nuestra fe, para
que viva empeñada en el descubrimiento de las hermosas enseñanzas de
tu Hijo en los Evangelios, quédate siempre con nosotros. Amén
Maria,
madre nuestra, con tu ejemplo, queremos no dejarnos engañar
por la maldad y vivir con un corazón puro, por eso te pedimos que nos
des una visión que nos permita ver lo bueno, donde este y sin
prejuicios. Amén
Maria,
madre nuestra, con tu ayuda incondicional, queremos asumir el
compromiso de trabajar por las cosas justas y equitativas, y de
denunciar la actitudes de injusticias, especialmente con los más
desposeídos. Amén
Maria,
madre nuestra, oriéntanos para que nunca actuemos en contra
de los hombres y para que nuestro prójimo reciba de nosotros por encima
de cualquier dificultad una palabra de aliento y amor. Amén
Maria,
madre nuestra, enséñanos madre buena a superar nuestra
actitud egoísta, crítica y exigente con nuestros hermanos, así como
vivir siempre en el camino de la comprensión y la misericordia. Amén