Jaculatorias para el Santo Rosario

 

 

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

 

Maria, madre nuestra, te pedimos que nos ayude a liberarnos de la superficialidad, de las frivolidades, las cosas sin fundamentos y las apariencias, haz que nada nos impida tener capacidad para reflexionar y así vivir conforme a los caminos enseñados por tu Hijo Jesucristo.  Amén

 

Maria, madre nuestra, te pedimos que el mal no triunfe en el mundo, te rogamos para que las mezquindades no dominen a los hombres, te suplicamos que no libres de las injusticias y de todo mal que la rodea, ayúdanos a vivir en la paz de Jesús.  Amén

 

Maria, madre nuestra, te rogamos tu fuerza amorosa, para desterrar nuestro egoísmo, y así poder reconocer todo lo que nuestro buen Padre y su único hijo han hecho por nosotros. Amen

 

Maria, madre nuestra, queremos tu inspiración para estar siempre motivados en nuestra participación con nuestra Iglesia, para así construir una forma de vida lejos del egoísmo y la falta de caridad, pero cerca del amor y la fraternalidad. Amén.

 

Maria, madre nuestra,  danos tu ayuda, para que no tener flaquezas en la constante ayuda que debemos dar a los niños abandonados y sin hogar, y para que la solidaridad sea nuestra misión de cada día. Amén

 

Maria, madre nuestra,  contágianos de esperanza, para que nunca desesperemos y la angustia no nos haga caer, fortalécenos para no desfallecer en el camino al encuentro con el Señor. Amen

 

Maria, madre nuestra, enséñanos a cumplir los preceptos de amar  y respetar a nuestros hermanos, sin distinción de color de piel, edad, condición económica, sexo y nacionalidad y así vivir conforme a lo enseñado por tu Hijo Jesucristo. Amén

 

Maria, madre nuestra, muéstranos el camino del amor y la valoración de los hombres por la dignidad que Dios le entregó, haz que veamos en cada hombre, mujer o niños, los el Señor ve en ellos. Amén

 

Maria, madre nuestra,  entréganos tu consejo maternal para saber como entregar amor a los que están postrados por la enfermedad, para llevarles alivio a su corazón dolido y entregar la fuerza de la recuperación. Amén

 

Maria, madre nuestra,  no permitas que renuncie a los sacrificios que debemos hacer para vivir en armonía y concordia con todos nuestros hermanos, ellos tus hijos, ayúdanos a ser comprensivos. Amén

 

Maria, madre nuestra, líbranos de todo libertinaje y de toda posibilidad de ser permisivo con lo actos de inmoralidad que conducen al hombre a la vida sin dignidad. Amén

 

Maria, madre nuestra, condúcenos por un camino de belleza familiar, para que las relaciones entre padres e hijos conozcan la comprensión mutua y la aceptación mutua de los cambios generacionales. Amén

 

Maria, madre nuestra, te imploramos tu asistencia, porque no queremos que los bienes materiales nos hagan olvidar los verdaderos valores que dan sentido a nuestra existencia, y así ver la vida conforme a las enseñazas de Jesús. Amen

 

Maria, madre nuestra, deja que copiemos de tu sencillez, para vencer los deseos de vanagloriarse y de soberbia, porque nuestros débiles corazones necesitan imitarte para no caer en malas actitudes. Amén

 

Maria, madre nuestra, solo mirándote a ti, lograremos enriquecer nuestra existencia con valores morales y lejos de toda vida perniciosa, por eso te pedimos que nuestros ojos vivan dirigidos a ti, modelo de amor y santidad. Amén

 

Maria, madre nuestra,  eres la fuerza que necesita nuestra fe, para que viva empeñada en el descubrimiento de las hermosas enseñanzas de tu Hijo en los Evangelios, quédate siempre con nosotros. Amén

 

Maria, madre nuestra,  con tu ejemplo, queremos no dejarnos engañar por la maldad y vivir con un corazón puro, por eso te pedimos que nos des una visión que nos permita ver lo bueno, donde este y sin prejuicios. Amén

 

Maria, madre nuestra,  con tu ayuda incondicional, queremos asumir el compromiso de trabajar por las cosas justas y equitativas, y de denunciar la actitudes de injusticias, especialmente con los más desposeídos. Amén

 

Maria, madre nuestra,  oriéntanos para que nunca actuemos en contra de los hombres y para que nuestro prójimo reciba de nosotros por encima de cualquier dificultad una palabra de aliento y amor. Amén

 

Maria, madre nuestra,  enséñanos madre buena a superar nuestra actitud egoísta, crítica y exigente con nuestros hermanos, así como vivir siempre en el camino de la comprensión y la misericordia. Amén