“Vayamos a Cristo, por medio de María…”

+ Excmo. y Rvdmo. Mons. José María Yanguas Sanz, Diócesis de Cuenca, España

 

Queridos diocesanos:

En los umbrales de la Semana Santa, os dirijo estas palabras para unirme a las máximas expresiones de fe, que testificaréis asociándoos a la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús, Misterio Central de nuestra vida cristiana.

Sé bien lo que estas celebraciones significan en toda la Diócesis de Cuenca: no hay un rincón de nuestra extensa geografía conquense donde en los templos, calles y plazas no haya una manifestación pública de fe y de compromiso de amor a Dios.

Ya lo estoy palpando por los muchos actos y celebraciones, a los que soy invitado por Hermandades, Cofradías, Grupos Apostólicos en esta Cuaresma. Aunque mi deseo es acogerlas a todos, sé que sabréis perdonar que en estos primeros días de Ministerio Episcopal no pueda responder a cada una de vuestras invitaciones. Pero, estad seguros que desde la oración y la penitencia me uno a vuestras mismas intenciones.

Probablemente, para muchos de vosotros sean estas las primeras palabras que leéis o recibís de vuestro Pastor, tras haber iniciado apenas la andadura en esta parcela del Pueblo de Dios.

Con muchos de vosotros ya me encontré en la celebración de mi Ordenación Episcopal, y tanto en la Catedral, como en otras parroquias de la Ciudad de Cuenca, y en general en toda la Diócesis, he podido apreciar la fe y amor a Dios, que profesáis. Soy, también, testigo del aprecio que tenéis hacia vuestro Obispo, por las innumerables muestras de cariño que estoy recibiendo personalmente o por escrito.

Poco a poco me haré presente en vuestras comunidades para compartir juntos la fe y la esperanza, alegres de ser testigos de Cristo, como insinúa el lema episcopal que he elegido.

Y ya, metidos de lleno en la Cuaresma, quiero dejaros un mensaje y a la vez una invitación, con motivo de la celebración del “Encuentro Mundial de las Familias” en Valencia, con la presencia del Santo Padre, Benedicto XVI: “Haced de vuestras familias un hogar de Nazaret, donde a la vez que se comparte el pan de trigo candeal, también adorne vuestras mesas el Pan del Amor”.

“Vivid la Cuaresma, la Semana Santa y cada día unidos en la oración, junto a María”, como lo hacían los primeros cristianos. “La familia que reza unida, permanece unida”.

En esta tierra conquense, que tantos santuarios, templos, advocaciones, hermandades, cofradías tiene dedicados a la Madre de Dios, debemos encontrar en Ella el camino para llegar a su Hijo, Jesús. Y este recorrido y aprendizaje espiritual donde mejor se hace es en el hogar. Como en las bodas de Caná, demos respuesta a la invitación de María: “Haced lo que mi Hijo os diga”.

Que la comunión con Cristo y con los hermanos, de la mano de María, Madre de todos los creyentes, nos encaminen a vivir la Resurrección del Señor, tras haber pasado por una Cuaresma de penitencia y oración.

 

Os bendice, vuestro padre y pastor, 

X JOSÉ MARÍA YANGUAS SANZ

                           Obispo de Cuenca