Día de las gentes del mar. "María, Virgen del Carmen, Madre de la Familia"

+ Antonio Ceballos Atienza. Obispo de Cádiz y Ceuta

Queridos diocesanos:

El día 16 de julio, festividad de la Virgen del Carmen, celebra la Iglesia el Día de las gentes del mar. Desde siglos se nombró a la Virgen del Carmen abogada y capitana de los mares. San Bernardo tiene expresiones bellísimas referidas a María: "En los peligros, en las angustias.... llama a María, invoca a María.... María es la Estrella de los mares".

La Virgen del Carmen es nombrada patrona de la Marina Mercante (1901), Patrona de la Marina de Guerra (1938) y Patrona de la Marina Pesquera y Marina recreativa. Este año con motivo del V Encuentro Mundial de las Familias, celebrado en Valencia, podríamos llamar a María "Madre de las familias de las gentes del mar".

1. María, Virgen del Carmen, Madre de las familias de las gentes del mar

El lema de este año está relacionado con el gran acontecimiento que el Papa Benedicto XVI ha presidido en Valencia, y cuyo tema ha sido "la transmisión de la fe en la familia". Él nos decía a su llegada al aeropuerto de Manises: "Mi deseo es proponer el papel central, para la Iglesia y la sociedad, que tiene la familia fundada en el matrimonio. Esta es una institución insustituible según los planes de Dios, y cuyo valor fundamental la Iglesia no puede dejar de anunciar y promover, para que sea vivido siempre con sentido de responsabilidad y alegría" (Benedicto XVI, V Encuentro Mundial de las Familias).

El lema está encuadrado en el marco de este V Encuentro Mundial volcado sobre la familia, núcleo esencial de la vida, de la transmisión de la fe y de valores de la formación del ser humano.

2. Familia de las gentes del mar

Entre las familias con las que el Papa se ha encontrado en Valencia estáis vosotras, queridas familias de las gentes del mar.

Las familias de las gentes del mar comprende a los que trabajan como marinos en barcos mercantes o en barcos pesqueros, en sus diferentes medidas, o trabajar como pescadores artesanales en la pesca costera de mares, lagos o ríos. Se dice también de las familias de quienes trabajan en tareas complementarias, en puertos e instalaciones marítimas y costeras, las familias de pescadores que ayudan en faenas.

En nuestra Diócesis de Cádiz y Ceuta, dada la situación geográfica y costera, son muchas las familias que viven de los trabajos de las gentes del mar.

3. Cultura marítima y vida familiar

La vida en el mar es difícil y dura, tanto por los que en vuestro trabajo os tenéis que lanzar mar adentro, como para los que desde la orilla experimentan la soledad.

La vida de la familia y el recuerdo de los hijos son una de las referencias más importantes que se guardan como valores a bordo. Se considera mayoritariamente que la familia es una llamada de Dios y una elección personal y, en menor grado, que ella es una obligación social. La vida familiar es apreciada como la mejor recreación en la tierra. Los principales conflictos, al regreso al hogar, no son necesariamente con la familia. Este valor cultural opera como una referencia que debe ser profundizada, pues es motivo de fuerza moral para quienes tienen que resistir este tipo de trabajo.

La vida afectiva es uno de los temas, que es difícil profundizar, especialmente en lo que se refiere a las relaciones de pareja o las relaciones sentimentales en diferentes puestos o lugares de trabajo.

4. Creencias en los puertos

Verdaderamente que necesitáis ser familias fuertes y seguras. Las creencias constituyen la trama de fondo de la cultura y en ellos se sustenta una parte importante de la visión del mundo de las gentes del mar. Hay que reconocer que existe un gran porcentaje de cristianos católicos. Es preciso entender la sed interior de pensamientos que se derivan de la relación especial con el medio ambiente marino y con sus cambios y turbulencias, con los riesgos que esta relación permanente conlleva. Se cree mayoritariamente en que Dios está en el origen de la creación y de la naturaleza.

La experiencia de riesgo de muerte en el mar es una experiencia ampliamente generalizada y sus reflexiones se orientan hacia una aceptación general de que hay algo trascendente, más allá de lo que aparece como inmediato. Las respuestas muestran una reflexión del significado de la vida del marino, que se aprecia como preciosa y la necesidad de poner los medios que permitan salvarle. Pero también se reconoce la importancia de la fe en el Creador, en su palabra, en la oración, en la salvación, en la familia y en los seres queridos, en el amor a la vida.

5. Situación de las familias de las gentes del mar

Hoy día no es extraño escuchar, de vez en cuando, opiniones y acontecimientos negativos relacionados con la familia. La familia de las gentes del mar se ve atravesada, permanentemente, por conflictos de valores que ponen en juego lealtades y sus referencias culturales, que tienden a resolverse o justificarse en su propia visión del mundo, condicionada por el tipo de trabajo marítimo que desarrolla.

Las áreas de estos conflictos de valores son entre otros:

- lealtades familiares contra expectativas de la vida marinera en los puertos;

- lógicas dominantes en las relaciones con los sistemas de producción natural, especialmente, en el caso de las transiciones desde la pesca y recolección hacia las formas de cultivos.

- valores religiosos y tradiciones de expresión de cultos de origen familiar, en confrontación con referencias de valores religiosos desconocidos;

- saberes adquiridos en la experiencia personal en confrontación con el saber originado por la ciencia y transmitido en los sistemas escolares;

- lealtades personales hacia jefes o mandos de a bordo contra lealtades con los equipos de trabajo o con los compañeros de trabajo.

- un sentido de trascendencia y reconocimiento de algo absoluto más allá de expresiones particulares de las formas de vida religiosa, aunque se recurra a ellas en algunas ocasiones.

"La Iglesia anima y guía a la familia cristiana al servicio del amor (...) La familia cristiana está insertada de tal forma en el misterio de la Iglesia que participa, a su manera, en la misión de salvación que es propia de la Iglesia" (FC 49).

6. La familia transmisora de la fe

La Virgen María, Estrella del Mar y Estrella de la Evangelización, acompaña desde hace mucho tiempo a las gentes del mar. Jesucristo, su Hijo, acompañaba a sus discípulos en los viajes en barca (cf. Mt 8,23-27; Mc 4,35-41; Lc 8,22-25), les ayudaba en sus afanes y les calmaba las tempestades (cf. Mt 14,22-33; Mc 6, 47-52). Así también la Iglesia acompaña a las gentes del mar preocupándose de las peculiares necesidades espirituales de esas personas que, por motivos de diversa índole, viven y trabajan en el ambiente marítimo.

El Papa Benedicto XVI nos invita a dar un nuevo impulso a la familia como santuario del amor, de la vida y de la fe: "La familia es un bien necesario para los pueblos, un fundamento indispensable para la sociedad y un gran tesoro de los esposos durante toda su vida. Es un bien insustituible para los hijos, que han de ser fruto del amor, de la donación total y generosa de los padres. Proclamar la verdad integral de la familia, fundada en el matrimonio como Iglesia doméstica y santuario de la vida, es una gran responsabilidad de todos" (...) "Junto con la transmisión de la fe y del amor del Señor, una de las tareas más grandes de la familia es la de formar personas libres y responsables" (...) "Como una madre que enseña a sus hijos a hablar y con ello a comprender y comunicar, la Iglesia, nuestra Madre, nos enseña el lenguaje de la fe para introducirnos en la inteligencia y la vida de fe (CIC n.171)" (Benedicto XVI, V Encuentro Mundial de las Familias).

7. Invocad a María

Queridas familias de las gentes del mar, sé muy bien la dura y complicada situación que soportáis tantas veces en vuestras casas. Duro es el trabajo que lleváis a cabo vosotros, los hombres, en las faenas del mar. Es difícil educar a vuestros hijos. Queridas madres, no decaigáis ante las dificultades de vuestro hogar; sed verdaderas educadoras como María de Nazaret. Aprended de Nuestra Señora del Carmen a renovar cada día vuestra ilusión.

Pido al Señor por todas las familias de las gentes del mar, a fin de que seáis auténticas educadoras y transmisoras de la fe a vuestros hijos y no os falte el trabajo en vuestros hogares.

Que la Virgen del Carmen, Estrella del Mar y Madre de la Familia, os proteja, ayude y acompañe ahora y siempre.

Reza por vosotros, os quiere y bendice,

+ Antonio Ceballos Atienza
Obispo de Cádiz y Ceuta

Cádiz, 13 de julio de 2006.