Asunción de la Virgen

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La Virgen de agosto,como se llama popularmente a esta festividad, celebra la Asunción de NuestraSeñora. La Santísima Virgen, con el superlativo que le es propio, muerta o dormida, según quiere el amor filial de los orientales y luego elevada a los Cielos para preservarla de la corrupción, glorificandoantes de que resucite toda carne el cuerpo en el que se había encarnado el Hijo de Dios. Es el más reciente de los dogmas marianos, proclamado como tal por Pío XII en 1950, pero con una larguísima historia en la fe de la Iglesia que se remonta por lo menos al siglo IV;poco después se celebraba ya en Oriente la llamada Dormición de Nuestra Señora, y la liturgia occidental tenía ya esta fiesta hacia el año 600. En la Edad Media abundan los testimonios teológicos e iconográficos, y Mantegna, por ejemplo, es uno de losque pinta admirablemente la Asunción; con María coronada de estrellas,en el fresco que preside la capilla Ovetari de Padua (en el Prado estátambién su severo Tránsito de la Virgen, la anciana que acaba de expirar,t oda serenidad, entre los apóstoles, ante un paisaje con un puente, barcas y nubes como almohadones a los piesde Dios). Las controversias de la edad moderna y sobre todo la oposición de los jansenistas, siempre tan poco marianos y tan poco católicos, hizo surgirun ejército de defensores de este privilegio de la Virgen: Suárez, Bossuet,san Francisco de Sales, san Alfonso María de Ligorio. Los pintores, ahora espléndidos de pompa triunfal, se llaman Rafael, Murillo, Tiziano, Rubens... Hasta que el convencimiento de siglos se hace dogma. Reflejo en supropia Madre de la ascensión de Jesucristo, María se anticipa abriendo el camino a toda la Iglesia en su glorificación final

Fuente: obracultural.org