Asunción de la Virgen María al Cielo en cuerpo y alma

Fr. Carlos Lledó López O.P.

 

Es dogma de fe que gozosamente creemos: “...para aumento de la gloria de la misma augusta Madre, y gozo y regocijo de toda la Iglesia, por la autoridad de Nuestro Señor Jesucristo, de los bienaventurados Apóstoles Pedro y Pablo y nuestra, proclamamos, declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado: Que la Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen María, cumplido el curso de su vida terrestre, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial" (Pio XII. Const. Apost. Munificentissimus Deus, 1.11.50; Dz.2331-2333).

Lo confirma el Concilio Vaticano II: La Virgen Inmaculada... terminado el decurso de su vida terrena, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial y fue ensalzada por el Señor como Reina universal con el fin de que se asemejase de forma más plena a su Hijo, Señor de señora y vencedor del pecado y de la muerte (L.G. 59b)

Quiere decir que la Virgen María ha alcanzado la plenitud de la plenitud inicial de gracia y del crecimiento de virtudes y de dones del Espíritu Santo. Igualmente, que participa excepcional y privilegiadamente, en cuerpo y alma, de la Resurrección y Ascensión de Cristo, que es Asunta al Cielo.

Fuente: cofradiarosario.net