La Asunción 

Madre Angélica


María, mi Reina y Madre, me regocija que tu puro cuerpo, Arca de Alianza antes de su nacimiento y Templo del Señor en su Resurrección, se elevara de la muerte con anticipación a la Resurrección General. Es un consuelo saber que estás en el Cielo como Madre mía con todo el amor y consideración que tu dignidad demanda. Tú conoces los peligros de esta vida, las tentaciones del Enemigo y las flaquezas de la carne. Ayúdame a sobrellevar estos peligros hasta que Jesús me llame hacia Él. 

Enséñame bondadosa Madre, a mantener puro mi cuerpo, inmaculado mi pensamiento y sin pasiones mi corazón, y haz que tu Asunción a los Cielos me dé confianza y valor para ser un cristiano en palabra y obra.

Llena mi mente con el conocimiento de la vida de tu Hijo, la compasión por su sufrimiento y el celo por Su Reino.

Haz que mi vida sea un modelo de su vida y que mi fe y esperanza sean tan profundas como las tuyas. Quiero pararme al pie de mi cruz con el mismo valor con que tú lo hiciste al pie de su Cruz.

Quiero que mi amor y celo soporten cualquier pesar y sepan realizar cualquier sacrificio. Intercede ante tu Hijo a mi favor y enséñame a ser como Él. Haz que me eleve de lo terreno para que mi pensamiento pueda estar contigo en el Cielo.

Fuente: EWTN.com