El Espíritu de servicio de María

Padre José María Martín OSA

 

1.- Darse por entero. Un pobre vivía de la caridad de un pequeño pueblo. El trozo de pan más grande lo recibía siempre del sacerdote, que además siempre le ofrecía un buen refresco. En una ocasión el sacerdote no estaba en casa cuando el pobre fue a pedir y la madre del cura, que ese día no tenía buen humor, le dijo que no le podía dar pan porque no encontraba el cuchillo para cortarlo. El pobre se fue entristecido y en una calle cercana se encontró con el sacerdote, al que le contó lo que le había ocurrido. El sacerdote le dijo al pobre que le acompañara a su casa, llamó a su madre y dijo: "cuando no hay cuchillo para cortar el pan, se entrega el pan entero". Ese día el pobre tuvo más ración que ningún otro día.

2. - Nos pasamos la vida buscando excusas para no comprometernos demasiado, dando la impresión de que nos da miedo dar el paso definitivo. Nos cuesta practicar la generosidad: preferimos dar un trozo de pan en lugar de dar el pan entero. Es muy positivo la gran aceptación que tiene el voluntariado, sobre todo entre los jóvenes. Pero se asume la mayoría de las veces a plazos, pocas veces de forma definitiva. Quizá por miedo, quizá por incertidumbre ante el futuro, quizá por no estar seguro de las propias fuerzas. De lo que no cabe duda es que los compromisos permanentes producen un fruto mayor. La labor de los misioneros es admirable, se ve con el paso de los años. Los proyectos exigen una continuidad en la misión.

3. - María dijo "Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra". María entregó su propia persona. No sabía muy bien lo que Dios esperaba de ella, pero se fía... Esta respuesta afirmativa arranca de un amor muy grande y significa entrega total, no a plazos o con matices. Nace de alguien que se ha despojado de sí misma y pone toda su voluntad en Dios para llevar a cabo su mediación salvadora, sirviendo a toda la humanidad. Pone su vida en manos de Dios de una manera incondicional, plenamente confiada. No sabe del todo lo que su respuesta supone, pero acepta todo lo que pueda venir, porque está segura de que Dios no puede fallarle. Su amor es generoso y gratuito.

4.- La entrega de María al plan de Dios le lleva a visitar a su prima Isabel. María es una mujer sensible y sabe que su prima necesita su ayuda. No duda en atravesar la montaña para encontrarse con su prima. Esta proclama que María es ¡Bendita entre las mujeres! Adivina por inspiración divina que María es la madre del salvador esperado. Alaba la fe de María. El cántico del Magnificat es una proclamación de fe en el amor de Dios, que protege a todos los pobres y se fija en los humildes. María representa a todos los "anawin", los pobres de Israel que esperaban la venida inminente del Mesías liberador. María se quedó tres meses con Isabel. Demuestra así su espíritu de servicio y su disponibilidad. Servir es reinar. María es nuestra reina y por eso hoy celebramos la Asunción. Ha sido llevada al cielo en cuerpo y alma porque creyó en Dios, supo servir como nadie y supo estar junto a su Hijo en los momentos en que El la necesitaba. Proclamamos a María Madre nuestra y reina de nuestras vidas. Gracias, María, por tu generosidad.

Fuente:  betania.es