Inmaculada Concepción de María 

Padre  Benjamín Pereira 

 

Para ser Madre y Colaboradora con el Salvador, María fue “dotada por Dios con dones a la medida de una misión importante”(Concilio Vaticano II). El ángel Gabriel en el momento de la anunciación la saluda como “llena de gracia” En efecto, para poder dar el asentimiento libre de su fe al anuncio de su vocación era preciso que ella estuviese totalmente poseída por la gracia de Dios. A lo largo de los siglos, la Iglesia a tomado conciencia de que María “llena de gracia” por Dios (Lucas 1,28) había sido redimida desde su concepción. Es lo que confiesa el dogma de la Inmaculada Concepción, proclamado en 1854, hacen 150 años, por el Papa Pío IX: “ La bienaventurada Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de pecado original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Jesucristo Salvador del género humano”(Colección Denzinger 2803)Esta “resplandeciente santidad de todo singular” de la que ella fue “enriquecida desde el primer instante de su concepción” Concilio Vaticano II), le viene toda entera de Cristo: ella es “redimida de la manera más sublime en atención a los méritos de su Hijo” (Concilio Vaticano II). El Padre la ha “ bendecido con toda clase de bendiciones espirituales” (Efesios 1,3) más que a ninguna otra persona creada. El la ha elegido en Cristo, “antes de la creación del mundo para ser santa e inmaculada en su presencia, en el amor”(Efesios 1,4)Los Padres de la tradición Oriental llaman a María “la Toda Santa” (Panagia), la celebran “como inmune de toda mancha de pecado y como plasmada por el Espíritu Santo y hecha una nueva criatura” (Concilio Vaticano II). Por la gracia de Dios ha permanecido pura de todo pecado personal a lo largo de toda su vida.(Ver Catecismo números 490 al 493). Para el Padre Kentenich la Inmaculada es el ideal del ser humano al cual todos debemos aspirar. En el Cántico al terruño en el Hacia el Padre, libro de oraciones compuesto por él,  leemos :

“¿Conoces esa maravillosa tierra (601) 
abundante y pura, 
reflejo de la Belleza eterna:
donde las almas nobles y fuertes
se desposan con el Cordero de Dios;
donde ojos transparentes irradian calor
y manos bondadosas alivian los dolores;
donde esas manos sin mancha
continuamente se juntan en oración
para conjurar los poderes demoníacos?”

Fuente: Movimiento de Schoenstatt, Argentina