El Primer pueblo que veneró a la Inmaculada 

Fidel de Bolinaga

 

El pueblo valenciano de Onteniente se precia de haber sido el primero, no sólo de España, sino del mundo, en haber honrado a la Virgen en el misterio de su Inmaculada Concepción. Era el 8 de agosto de 1275. Onteniente gemía bajo el yugo musulmán. Quiso entonces el ejército aragonés librarla, y en su empuje arrollador levantó sus tiendas de campaña. Mandábalo el capitán Pelayo Pérez Conca, gran Maestre de la Orden de Santiago, y acudió también en su auxilio el rey D. Jaime el Conquistador.

Al dar vista a Onteniente aún no había salido la luna. Bajó de su caballo, se tendió sobre un lecho de musgo y descansó hasta el alba. Entonces organizó su ejército y marcando su frente con la señal de la cruz e impetrando el poderoso valimiento de la Virgen Inmaculada, arremetió contra el enemigo. La batalla fue dura, pero a la postre la Inmaculada le dió la victoria.

De aquel tiempo data la devoción y culto a la Purísima, como lo atestigua la cruz parroquial, obra de orfebrería de 1392, destruida por la impiedad en 1936. La cruz ostentaba en uno de sus esmaltes la mística y profunda oración de Joaquín y Ana, padres de María, como preludio de la Inmaculada Concepción. El amor de Onteniente a la Madre de Dios se puso de manifiesto en 1615 con la adquisición de su primera imagen de la Inmaculada que costó, en equivalente de hoy, unas 4.000 pesetas, sufragadas entonces por los Jurados del pueblo. A impulsos del amor los hijos de Onteniente eligieron a la Purísima por Patrona el 29 de marzo de 1642, y años después, el 23 de enero de 1745, consiguieron que el Romano Pontífice Benedicto XIV la declarara Patrona canónica de la villa (cf. FIDEL DE BOLINAGA, Las Vírgenes de Levante [Valencia 1949] p.263-268).

Fuente: homiletica.com.ar