Santa Maria, Madre de la Anunciación "feliz Sierva. 

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Queremos seguir el "camino" que nos ofrece la liturgia y poder así descubrir toda la grandeza y profundidad con que María vivió su vida,
que es mucha. Este mes de marzo nos ofrece la estampa de la ANUNCIACIÓN, y que quiero denominar la "Fiesta de la SIERVA del SEÑOR".

De hecho, el marco es éste: Dios se nos presenta como el Padre que busca, y por todos los medios, el DIÁLOGO con el hombre. Ésta es la constante en toda la historia de la salvación, en esa Historia de Amor que recorre cada página del caminar de la humanidad. Este empeño de Dios se mantiene a pesar del pecado y de las infidelidades del hombre.

- este diálogo que Dios mismo inicia, se apoya en un gran e incomprensible amor; Él toma la iniciativa en ese diálogo salvador.
- pero con un ilimitado y comprometedor respeto a la libertad del hombre: Dios propone; no se impone.

Según los evangelios, MARÍA da su pleno asentimiento a la voluntad de Dios, como SIERVA declarada. Es una especie de "firma en blanco" para su Dios, porque su Sí no sabe de limitaciones,
recortes o condiciones: Dios puede actuar como lo desee. Así, pues, el FIAT de MARÍA es la aceptación del plan salvador, en el que entra a desempeñar una misión singular: ser MADRE del Salvador.

Se cumple así el proceso:
- Dios la ama y se complace en Ella; alcanza gracia ante sus ojos. - vienen la propuesta por parte de Dios y la libre decisión por parte de María
- la entrega incondicional de María a los planes de Dios: "Hágase en mí según tu palabra".

Hermosa estampa la que esta fiesta nos pone ante los ojos. Ahora ya todo es posible, incluso aquello que parecía imposible: que la virgen fuese madre. Aquel Sí de María cambia las cosas desde la raíz y
Ella se convierte en la SIERVA, pero feliz de pertenecer a tal Señor y de hacer posible su plan de vida y salvación para la humanidad.
No sólo se convierte en Madre del Salvador, sino que en su Sí se inicia la maternidad de la NUEVA FAMILIA. Tiempo habrá luego para desarrollar esa maternidad de forma y contenidos diversos, y para con nosotros.

Esto y más nos vienen a sugerir y ofrecer esta fiesta de la ANUNCIACIÓN, el día 25 de marzo. Por eso..., ¡Cuántas personas aprovechan este día para renovar también su compromiso, su sí, su
entrega DE NUEVO a favor de los demás! En muchos casos, a favor de los más débiles de nuestra sociedad, de esta realidad nuestra que crea,
en sus periferias, inmensas bolsas humanas de marginación. El sí abierto e incondicional de MARÍA sigue posibilitando el sí de tantos hombres y mujeres, de culturas y condiciones diferentes, y sigue siendo un sí callado, pero eficaz, como lo fue el de Ella. 

Canto-plegaria

Cuando contemplo esta estampa mariana, recuerdo con enorme cariño una expresión musical que hace años tuve la suerte de aprendérmela y que, en ocasiones especiales, lo entonamos en nuestros encuentros comunitarios de oración. Hoy os ofrezco el texto de este canto de Cesáreo Gabaraín, que recoge fenomenalmente toda la hermosura del
misterio encerrado en el sí de María. Si tenéis oportunidad de cantarla, ¡adelante! Si lo podéis escuchar en cassette, ¡fenomenal!

LOS CIELOS Y LA TIERRA
EN TI SE ENCONTRARÁN,
MARÍA, DULCE ABRAZO
QUE EL HOMBRE Y DIOS SE DAN.

Las viejas profecías que hablaban del Señor
nutrían la esperanza de Israel; la flor que nacería en tierra virginal, un hijo que sería el Enmanuel.

Quien hizo las estrellas te vino a mendigar tu carne y tu latido de mujer.
El Dios omnipotente no quiso renunciar al gozo de acunarse en tu querer.

Fuente: Santuario de Angosto, PP Pasionistas, Vilanañe, Alava, España