María supo decir siempre sí 

Padre Tomás Rodríguez Carbajo

 - Cuando a alguien le decimos sí, estamos asintiendo en lo que nos dice, cuando le obedecemos, le demostramos nuestra conformidad con lo que nos manda.

- María aparece siempre en el Evangelio dando respuesta afirmativa a lo que el Señor le pide, y no es porque lo haga de una manera inconsciente y rutinaria, sino que lo hace de una manera reflexiva, responsable, movida siempre por la 
fe. A mayor fe, mayor entrega al Señor y más confianza en El.

- María dijo Sí al ángel, cuando la Anunciación. Obsesionada por hacer siempre la voluntad de Dios, una vez que conoció lo que el Señor le pedía, no dudó en aceptarla, dejando a un lado todos sus planes y proyectos de futuro. 

Fue consciente al decirlo, aunque no pudo prever todas sus consecuencias, pues, el amor fundamento de su respuesta se deja llevar por los caminos no siempre trazados por la lógica.

- Toda la vida de María fue un eco del Sí de la Anunciación, y se percibe su sonido cuando acepta el comportamiento de Jesús para cumplir la voluntad del Padre:
. Cuando a los doce años se queda en el templo.
.Cuando llegado el momento se separan para ir a predicar la Buena Noticia.
.Cuando acepta con entereza la muerte de su hijo ofrecida por nuestra redención.

- De una manera explícita, aunque no verbal, María dijo otra vez el Sí a la voluntad de Dios al estar de pie con entereza junto a la cruz de Jesús, era el epílogo de aquella historia compuesta en todos los capítulos por las respuestas afirmativas a la voluntad del Padre. No tuvo en aquellos terribles momentos palabras de queja por lo mucho que le costaba aquel sacrificio, ni palabras de reproche para aquellos malhechores, ni palabras de repulsa 
para tantos que se habían beneficiado de las enseñanzas y milagros del Señor, tampoco les echó en cara la cobardía y abandono de los discípulos. Esa actitud de aguante ante el sufrimiento es la consecuencia aceptada del Sí de la Anunciación.

- Con el Sí dado al ángel comienza la maternidad del Hijo de Dios y con el Sí junto a la cruz da comienzo a la maternidad espiritual de tantos hijos que formaríamos la Iglesia. Dos maternidades entrelazadas, la segunda es consecuencia de la primera.

- Una palabra, reflejo de una actitud, ha dado un giro a la historia, no son necesarios largos discursos para hacer grandes realidades, lo importante es la actitud que debemos reflejar siempre en compromisos.

- Pocas palabras se conservan de María en el Evangelio, todas ellas van en dirección a la voluntad de Dios, como son las que compendian su respuesta a lo que el Señor le pide y como las que nos dirige a los hombres: "Haced lo que El os diga" (Jn. 2, 5).

- María nunca respondió negativamente a lo que el Señor le pedía. Juntamente con esta disponibilidad encontramos otra característica de su proceder: la prontitud.

Cuando las dos van unidas denotan más vigorosamente la fe y la confianza en quien le interpela.

En María se dieron unidas estas dos características en todas las respuestas que le dio al Señor, la base de esta actuación está en que ?para decir a Dios que Sí, no hay que pensarlo mucho?.