Misterio de la Encarnación

Himno Acatista a la Madre de Dios (+ 560)

Por condescendencia divina, el Verbo Se hace carne sin dejar de ser Dios. Desciende para habitar este mundo sin dejar dejar de estar en los Cielos.. Nace de una Virgen, llena de Dios, a la que aclamamos: 

¡Salve, casa inmensa de Dios! 
¡Salve, umbral del misterio sagrado! 
¡Salve, buena nueva incomprensible para los infieles! 
¡Salve, gloria de los fieles! 
¡Salve, carro santísimo de quien está por encima de los Querubines! 
¡Salve, morada de quien está por encima de los Serafines! 
¡Salve conciliación de los contrarios! 
¡Salve, perdón de la transgresión! 
¡Salve, mano que abre el Paraíso! 
¡Salve, clave del Reino de Cristo! 
¡Salve, esperanza de los bienes eternos! 
¡Salve, Esposa siempre Virgen! 

Todos los ángeles del cielo admiran la obra inmensa de tu Encarnación. El Dios inaccesible Se torna accesible para todos y habita entre nosotros. Todos te aclamamos! Aleluya! 

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