Siempre servicio

Padre José María Maruri, S. J

1.- “He aquí la esclava del Señor, hágase en mi según tu palabra” es la respuesta de la Virgen a otras palabras que el Señor repite en otro lugar del Evangelio: “el que quiera servirme que me siga, y donde yo esté estará mi servidor; y a quien me sirva, el Padre le premiará”.

Y con toda realidad la Virgen estuvo siempre donde Jesús estuvo, en Nazaret, dedicada plenamente al servicio de su hijo, en la vida pública la vemos en Caná de Galilea y si sabíamos que le seguían siempre unas santas mujeres, muy posiblemente María le siguió. Y sobre todo la vemos al pie de la cruz, siguiendo paso a paso en lo más doloroso.

San Ignacio recogiendo este espíritu de servicio del Evangelio, ponen en boca del Rey Eternal aquellas palabras: “”Mi voluntad es de conquistar todo el mundo y todos los enemigos y así entrar en la gloria del Padre. Por tanto quienes quisieran venir conmigo han de trabajar conmigo, porque siguiéndome en la pena también me siga en la gloria.”

2.- Nuestra vida debería ser siempre servicio. Servicio a Dios y a los que nos rodean. Servicio de nuestras familias, y servicio en nuestro trabajo. Y tal vez estamos mejor dispuestos a servir al Señor de una forma que yo diría “activa”, que en aquello otro de San Ignacio: “siguiéndome en la pena”.

“El que me quiera seguir, que tome su cruz y me siga…” Esa cruz de cada día, o esa cruz de algunos momentos de la vida, enfermedad, dificultades en el trabajo, paro, no aprobar los exámenes.

Fuente: betania.es