|
30
días con la Redemptoris Mater
Padre
José Cristo Rey García Paredes cmf
Día 29: María, la Cooperadora de Jesús
Maria
ha llegado a ser no sólo la madre-nodriza del Hijo del hombre,
sino también la «compañera singularmente generosa» del Mesías
y Redentor. .. A través de la colaboración en la obra desu hijo
redentor, la maternidad de Maná conoció una transformación
singular, colmándose cada vez más de «ardiente caridad» hacia
todos aquellos a quienes estaba dirigida la misión de Cristo. Por
medio de esta ardiente caridad... Maná entraba de manera muy
personal en la única mediación de Cristo (RM, 39)
Jesús, que quiso incorporar a su persona y asociar a su obra a
sus discípulos, también incorporó a sí y a su obra «de una
manera especial y excepcional» a María, su madre. Ya desde la
infancia de Jesús, la madre y el hijo forman una unidad
indisoluble. María, que genera a Jesús dándole un cuerpo y
entregándose a él en actitud de total servicio, va siendo
incorporada progresivamente al Cuerpo de Cristo, que es la Iglesia
Jesús es para María su único formador; el acontecimiento de su
hijo Jesús es para María toda una revelación: en sus gestos y
palabras ella descubría la voluntad del Padre, el proyecto del
Reino. Acogía y entendía la revelación con esa intuición que
es tan peculiar de las madres, especialmente de aquellas que
tienen una gran interioridad. María «siguió» constantemente a
su Hijo único, aunque a veces no lo siguiera materialmente. Y le
siguió de forma activa. Poniéndose de su parte. ¡Qué bien lo
manifiestan aquellas palabras: «Haced lo que él os diga»!Que
estaba de parte de Jesús, que colaboraba con él, se descubre en
el momento culminante de la cruz. Su presencia allí va mucho más
allá de lo que pudiera sugerir una interpretación puramente
sentimentalista. En ese momento, María recibió de Jesús la misión
de cuidar de sus discípulos amados, de «cuidar con amor materno
de los hermanos de su hijo» (LG, 62). Simón Pedro, después de
manifestar a Jesús su amor por tres veces, por tres veces recibió
la encomienda de «cuidar de sus ovejas». María, tras
manifestarle a Jesús un amor total nunca negado, amor hasta la
cruz, recibe de Jesús exaltado, no ya la misión pastoral, sino
la misión maternal. María es la creyente por antonomasia, el
modelo perfecto de acogida de la fe, predicada por Pedro y los apóstoles.
¡ He aquí la cooperación de Maria!
ORACION:
Padre,
tú quisiste que tu hijo Jesús se hiciera uno de nosotros; y
deseaste, asimismo, que cada uno de nosotros formáramos con él
un Cuerpo y participáramos de su misión; hoy admiramos la íntima
unión que se estableció entre María - madre y Jesús, a quien
ella siguió con todo radicalismo; haz que la acción materna de
María nos estimule para vivir una comunión más estrecha con Jesús
y para seguirle más de cerca Por el mismo Jesucristo, nuestro Señor.
Fuente:
ciudadredonda.org
|
|