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Mes de María y Pentecostés
D.
Enrique de la Hoz Gabiola
En este mes de Mayo,
felicitamos a María , ofreciendo cada
día las mejores flores de virtud que hayan podido brotar, al
calor de su bendición, en el jardín de
nuestras almas; y consagraremos
nuestra alma, cuerpo y corazón con todas sus potencias, sentidos
y efectos.
Estamos viviendo ahora un tiempo muy singular, recorriendo
el camino que nos conduce desde la Pascua hasta la Fiesta
de Pentecostés; y ese camino debemos
recorrerlo de la mano de María,
teniendo en Ella un modelo de escucha y disponibilidad, así como
de obediencia y oración.
De esa manera intentaremos que se refleje en nuestra vida, la
misma vida de María, y para ello nos adentraremos en el
camino de
su oración, convertida así en un canto de alabanza al Señor por
las maravillas que va realizando en
nosotros.
A medida que nos acercamos a la Fiesta de Pentecostés,
recordaremos que así como María estaba en el Cenáculo, en
mediode los Apóstoles, implorando con sus oraciones la venida
delEspíritu Santo, de la misma manera continúa intercediendo
para que el Padre envíe
permanentemente el Espíritu sobre la Iglesia paratransformarnos
en su Hijo Jesús.
En consecuencia, en esta hora, más que nunca, debemosabandonar
nuestra alma con total confianza a las inspiraciones delEspíritu
Santo, viviendo en la certeza de fe de que el Espíritu de
Dios nos irá marcando nuevas metas y nuevos caminos por dondesea
necesaria nuestra presencia para llevar a cabo una
misiónapostólica; y así nuestra vida, en comunión fraterna,
pueda
transformarse en un nuevo Pentecostés.
Fuente:
cofradiarosario.net
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