La Merced

Adolfo Carreto


Anda en fiestas Barcelona porque desde el siglo XIII esta Virgen la protege. Anda de fiestas casi toda Latinoamérica porque siempre se ha protegido por esta Virgen. Tiene sentido lo de Latinoamérica por lo de los esclavos. Tiene sentido lo de Barcelona por lo de Pedro Nolasco, Raimundo de Peñafort y Jaime el Conquistador. Anda Barcelona entere pidiéndole a la Virgen de la Merced todas las mercedes, todas las liberaciones, todos los rescates. Andan de fiesta los liberados y los que por su liberación aguardan. Se trata de una Virgen muy singular: la virgen de los esclavos. Dicen que un día se le presentó la Virgen a Pedro Nolasco y le dijo: “Tienes que fundar una congregación para que los esclavos sean libres”. Eran aquellos tiempos de esclavitudes, siglo XIII, moros y cristianos. Eran tiempos de secuestros, de creencias perseguidas de lado y lado. Eran tiempos para las liberaciones. Y llegó la Virgen y se le presentó a Pedro: “Necesito gente para que los cautivos sean liberados”. Y, sin más, Pedro se lo contó a Raimundo, el dominico, y ambos a don Jaime, el Conquistador, y los tres se pusieron de acuerdo. Y la congregación de Nuestra Señora de la Merced se hizo.
Andan de fiesta los padres mercedarios contabilizando todas las liberaciones logradas, las de entonces y las de ahora, por este empeño de la Virgen en la liberación de los cautivos. No le pidió nada extraño la señora a Pedro. Pedro, luego de la aparición, fue a su libro de oraciones y allí encontró aquello de “estuve preso y fluiste a visitarme”. Así es que aquella aparición tenía sentido. Comprobó Pedro cómo los moros se hacían con los cristianos, cómo los sacaban de la península, cómo los conducían hasta Argel, donde eran fuertes, cómo extorsionaban a los cristianos para la liberación de los presos. Y dijo: no hay tiempo que perder. Y la Congregación se hizo.
Zurbarán no pintó el encuentro de la Virgen con Pedro Nolasco, pero sí la aparición de San Pedro, tendido en la cruz, muerto como esclavo, necesitado de salvación. Y Pedro le tiende los brazos a ese hombre ya sin remedio, ya destinado a la muerte, pero que, entiende el religioso, le suplica para que eso no vuelva a acontecer. Un esclavo más, y esa es la suerte que les espera a los de ahora.
¿Cómo se plantearán ahora los religiosos mercedarios el asunto de las nuevas liberaciones de esclavos modernos? Recluidos políticos, secuestrados inocentes, extorsiones económicas, difamaciones sin fundamento, todas esas cosas que alimentan, hoy más que nunca, las ansias de los secuestradores.
El canje. Las ONG. Los entendimientos políticos. Las negociaciones. Los rescates. Todo leso está en boga. Pero ahora con otro estilo, con otras pretensiones, bajo otras condiciones. Así es que hoy habrá que rezar a Nuestra Señora de la Merced, en el altar barcelonés y en cualquiera de los múltiples altares donde se postran los acosados, para que inspire a los nuevos mercenarios, inscritos o no en la Congregación fundada por Pedro Nolasco, para que las prisiones se abran, y los secuestros cesen, y las liberaciones no se presenten en plan económico. Hoy es el día, se me antoja, para rogar una nueva aparición de la Virgen inspiradora de cómo se puede liberar a los modernos cautivos, incluidos los cautivos ideológicos.

Fuente: AVMradio.org