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Visitación de la Virgen
San Andres de Creta
Bendita tú entre las mujeres y bendito
el fruto de tu vientre.
Con razón serás bendita, pues te ha bendecido
Dios y has sido su tabernáculo, cuando inefablemente llevaste en
tu seno a Cristo Jesús, verdadero hombre del todo lleno de la
gloria del Padre y verdadero Dios, pues posee perfectamente
ambas naturalezas. Bendita tú, en verdad, que has concebido sin
conocer varón, pues el que extendió los cielos ha transformado
en cielo la tierra de tu virginidad.
Bendita tú entre las mujeres, escogida para heredar
la bendición que, a través de Abrahán, prometió
Dios a los pueblos.
Bendita tú, en verdad, porque has sido constituida
madre de tu bendito hijo Jesucristo, nuestro
Salvador, y gracias a ti, el pueblo ha podido
aclamarlo, diciendo:
Bendito el que viene en nombre del Señor
Sermón sobre la Anunciación, en G. PONS, Textos marianos de Ios
primeros siglos, Ciudad Nueva, Madrid 1994, 266-267.
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