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La Virgen
de Julio
Padre Eusebio Gómez
Navarro OCD
Con motivo de la festividad de la Virgen del Carmen, el próximo 16
de julio, Día de las Gentes del Mar, ofrecemos un extracto del
mensaje del obispo promotor del Apostolado del Mar, de la
Conferencia Episcopal Española, y dos poemas dedicados a la
Patrona de los Mares, una advocación muy arraigada en nuestro
país La fiesta de la Virgen del Carmen nos invita, un año más, a
ser cada vez más sensibles a los muchos y graves problemas de
las gentes del mar, para contribuir a su pronta solución. Siendo
como son hermanos nuestros, ¿cómo vamos a poder olvidar a los
más de dos millones de marinos y pescadores de altura, a esos
otros treinta millones de pescadores de bajura, y tantas otras
personas que trabajan sobre las plataformas petroleras o prestan
sus servicios en los grandes cruceros? Ellos y sus familias
deben estar muy en el corazón de la Iglesia.
La Marina mercante va asimilando rápidamente los progresos de la
técnica, y tiende a una creciente especialización. Sin embargo,
hay que lamentar, en términos generales, la profusión de las
banderas llamadas de conveniencia, ya que de ello deriva una
grave problemática social y laboral, con elevados índices de
siniestralidad y de accidentes, e incluso con abandonos de los
buques en puertos extranjeros, dejando a sus tripulantes en la
más cruel indefensión.
La flota pesquera sigue teniendo graves problemas: caladeros
antes tradicionales son hoy de difícil acceso, o se encuentran
agotados o en vías de serlo, con la inevitable reducción del
número de barcos y de pescadores, y la necesidad de sufrir las
consecuencias muchas veces negativas de difíciles y largas
negociaciones con otros países. La avanzada tecnología y la
imprudente utilización de artes y prácticas destructoras siguen
agudizando la crisis de los recursos naturales, lo que conlleva
la necesidad de tener que recurrir a paros biológicos y a
excepcionales medidas protectoras. En estos procesos, a menudo,
las personas de los pescadores y de sus familias no ocupan el
lugar de interés preferente, como pide su dignidad.
Ambos mundos, mercante y pesca, aunque tan distintos entre sí,
tienen, sin embargo, una problemática común en muchos aspectos:
más horas de trabajo diario que lo habitual entre los
trabajadores en tierra, largas permanencias en la mar,
inseguridad en las ganancias, falta de comunicación con sus
familias... La familia, por la ausencia del padre y la soledad
de la madre y de los hijos, sigue siendo el gran problema de las
gentes del mar, aunque es gozoso constatar que la familia
marinera se mantiene hoy, por lo general, más estable y unida
que el resto de las familias. Sin embargo, un materialismo
destructor va minando ricos valores humanos y cristianos de
numerosas familias del mar.
Fuente: archimadrid.es
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