Circuncida y ofrece la madre al hijo 

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Circuncida y ofrece
la madre al Hijo,
la madre al Hijo,
y el pecho de la madre
hiere un cuchillo,
hiere un cuchillo,
y el pecho de la madre
hiere un cuchillo. 

Por librarle de Herodes
la Madre al Hijo,
la Madre al Hijo,
huyendo por desierto
le lleva a Egipto,
le lleva a Egipto,
huyendo por desierto
le lleva a Egipto 

¡Ay, madre triste y pura!,
cuánto has sufrido,
cuánto has sufrido
por buscar a tu Hijo
que se ha perdido,
que se ha perdido; 
por buscar a tu Hijo
que se ha perdido. 

La calle de amargura
tú vas corriendo,
tú vas corriendo;
por seguir a tu Hijo
tú vas sufriendo,
tú vas sufriendo;
por seguir a tu Hijo
tú vas sufriendo. 

Pendiente de una Cruz
viste a tu Hijo,
viste a tu Hijo.
Tu triste corazón
hiere un cuchillo,
hiere un cuchillo;
tu triste corazón
hiere un cuchillo. 

Recibiste en tus brazos
al Hijo muerto,
al Hijo muerto.
Y tu corzaón sufre
tantos tormentos,
tantos tormentos;
y tu corzaón sufre
tantos tormentos. 

Al cerrar el sepulcro
de tu Hijo amado,
de tu Hijo amado,
quedó tu corazón
todo llagado,
todo llagado;
quedó tu corazón
todo llagado. 

Fuente: Piornal.net