Dulces
himnos cantando a María
vencedora del fiero dragón
saludemos al plácido día
de su hermosa y feliz concepción.
Fué
tan puro tu instante primero,
Cual de mayo aromática brisa,
Como de Eva la dulce sonrisa,
Al pasar del Edén el jardín.
Concebida
María sin mancha,
Fuiste pura de eterna belleza,
Del Dragón infernal la cabeza,
Quebrantó con su pie virginal.
De
su madre en el seno aparece
como lirio de púdico aroma
Como blanca e inocente paloma,
Como rayo de sol matinal.
Como
plácido aliento amoroso
Que en el huerto, de célicas flores
Aspiró, perfumada de olores,
El más bello y sin par Serafín.
El
Señor contempló tu pureza,
Y prendado de tanta hermosura
Te exaltó con amor y ternura
Y por Reina del mundo te alzó.