Loor a Nuestra Señora del Rosario

 

Ricardo Contreras García

 

 

Repiquen las campanas en canto jubiloso,
suenen bombas y cohetes porque estamos de fiesta...
es el mes de la Virgen: la Virgen milagrosa
que llena nuestras vidas de alegría, de gozo;
que trae a nuestras almas bendición y sosiego,
que llena nuestros seres de luz angelical…

Se satura el ambiente de una dicha infinita,
del canto de los ángeles, de aleluyas celestes,
en nuestros corazones vibra ese algo divino
que solo puede darnos el Santo Hijo de Dios
y en virginal mirada, María nos comparte
su dicha de ser madre: la madre del Señor…!

Brota de nuestros labios un canto de alabanza,
se elevan nuestras manos, en gratitud, a Dios…
se llena nuestro pecho de un sentir inefable,
las palabras se agotan y hay llanto de emoción…
luego, llega el silencio, la comunión preciosa,
regalo indescriptible que del cielo llegó…!

Los adornos del Templo hoy lo visten de gala,
los adornos divinos llenan el corazón
de quienes nos postramos adorando al Señor,
de quienes veneramos la Virgen del Rosario
y escuchamos el eco de las palabras puras:

— “Haced lo que El os diga” — de la madre de Dios…