Ante el trono con María (Soneto con estrambote)

 

Rafael Ángel Marañón

 

 

Ella es toda blancura, lumbrera de pureza
Espíritu benigno y perfume de nardo
El talle de azucena, tan cándido y gallardo,
Y lágrimas de amor, modelo de firmeza.

Bello florón de albura, dechado de terneza,
Que en la miseria humana que cubre de tabardo,
Me cambia por su manto el mi ropaje pardo,
Y en su regazo amante diluye mi dureza.

¿Cuando podré librarme de mi torpe acedía,
Sabiendo que a mi Cristo accedo con porfía,
Y de María madre ya goza el alma mía?

Ante el trono sublime soñé que adolecía,
Que mis impuras llagas restañaba María,
Y ante el Trono de Gloria, satisfecho dormía.

Encontré la alegría,
En la paz de la madre, del Cristo que fue humano,
Y me sentí acogido como hijo y hermano.