Pecho Asunto

 

P. Antonio Márquez Fernández, S.D.B.

 

 

Hiere un dardo de amor tu casto pecho
y lo sume, oh María, en dulce sueño
y a la voz, luego, de tu amado Dueño,
despierta y a su encuentro va derecho.

Recorre, raudo, el turquesado trecho
columna grácil de amoroso ensueño-.
Ya, ya penetra en anhelante empeño,
de arcángeles ceñido, el sacro techo.

Asunto, porque tu Hijo lo reclama,
¿a quién luz pedirá el naciente día?,
¿a quién su claridad el manantío

y a quién su resplandor la débil llama?
¿Dónde hallarán los hombres de alegría
la fuente? ¿Y dónde norte a su extravío?