No ha habido sí ...

 

P. Antonio Márquez Fernández, S.D.B.

 

 

No ha habido sí como tu Sí, María,
en el largo fluir de nuestra historia.
Tu Sí leal colmó al mundo de gloria
y lo bañó de luz de mediodía.

Tu Sí de aquel resplandeciente día
da solidez y asiento a la ilusoria
esperanza del hombre, ¡oh clara noria
de redención, de paz y de armonía!

¡Oh, Sí surtido de tu sacro pecho
como en el huerto la encendida rosa,
en la mañana, a Dios y al hombre grato!

¡Brote del corazón mi sí y derecho
vaya como una flecha luminosa
al Plan de Dios que como Tú yo acato!