La Virgen Niña 

 

Armando Zambrana Fonseca

 

 

Hoy encontré a la Virgen Niña en mi casa.
Plácida dormía en un moisés de mimbre,
El sol de sus rizos alumbraba una almohada de seda y encajes,
Sus pequeñas manos tenían polvo de estrella entre sus dedos
Y una pluma diminuta de ángel temblaba con el viento.
Plácida dormía.
La tomé en mis brazos
Como quien toma el cáliz
Como quien toma la harina de las blancas hostias
Como quien toma un delicado ramo de lirios divinos.
Lloré pensando que aquella niña
Con el alba de inocencia y de ternura 
Tendría sus ojos cargados de lágrimas
Un puñal atravesando su corazón
Y todo el dolor del mundo al pie de la cruz.
Me estremecí en lo mas profundo de mi alma
Saber que así había sucedido
Cerré mis ojos 
Tenía en mis brazos, junto a mi pecho,
Como sosteniendo el halo de la luna 
A una niña que era mi madre
Escuchándome el corazón