Nanas para Jesús ¿y María?

 

Blanca María Alonso Rodríguez

 

 

Canta el río su nana,
plateada hebra,
al Señor de los cielos
y de la tierra.

Canta el árbol frondoso,
cual sonajero,
al Dios Jesús, al Hijo
del Carpintero.

Canta el Sol mil hosannas,
en clave de oro,
al Dios que se hace hombre
para nosotros.

Canta la luna, luna,
nuevos romances
al Dios que reina pobre,
para entregarse.

También cantan las olas
junto a la playa,
un murmullo de espumas
al Dios del alma.

Y el cosmos forma un coro
de sinfonías
porque El Cordero Santo
trae la vida.

La luz, para Los Reyes,
brilla cantando:
“¡El Mesías ya viene,
id a adorarlo!”

La noche de paz canta,
con voz de ángel,
a unos rudos pastores:
“¡Es Dios que nace!”

¿Y María?

¡Ay! , ¡María, María,
flor de ternura!
María le canta al Niño,
junto a la cuna.
Le canta suave y bajo,
muy al oído,
sólo porque Ella es Madre,
y Él es su Hijo.